IMPRESA. Era socio de la otra empresa de Ciutadella en el negocio del hormigón en masa - Archivo

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Industrial Menorquina de Prefabricados SL (Impresa) y Valeriano Allés Canet (VAC) SL, viejos socios en el negocio del hormigón en masa, libran desde hace años una dura batalla en los Juzgados cuyas consecuencias se verán sólo con el tiempo. Antiguos aliados en Hormigones Isla Menor, empresa dedicada hasta fechas recientes a la venta y fabricación de hormigón en la cantera de Son Sintes, Impresa y VAC son hoy competidores directos en un sector que ha movido en los últimos años cifras astronómicas, gracias al boom de la construcción. Para Impresa, el origen de los litigios actuales se encuentra en la falta de lealtad, diligencia y fidelidad que Valeriano Allés habría demostrado mientras estaba al frente de Hormigones; sin embargo, para el empresario de las canteras y actual Caixer Casat de las fiestas de Sant Joan, la explicación es mucho más simple, y se debe a los recelos que despertó en Impresa la construcción de la planta de prefabricados de Son Sintes.

El frente judicial abierto por Impresa contra Valeriano Allés es múltiple. La sociedad de los hermanos Antoni y Jesús Barber ha presentado cuatro demandas por la vías civil y mercantil contra su ex socio, a la que se añade una querella criminal contra el empresario por diversos delitos societarios. Las primeras han quedado suspendidas por decisión de los jueces, mientras no se resuelva el juicio criminal, en el que Impresa pretende involucrar también a la hija de Valeriano Allés y a otras dos personas, en calidad de colaboradoras.

Las demandas

Cuatro son las demandas civiles interpuestas por Impresa contra su antiguo socio. En la primera, la sociedad administrada por Antoni Barber acusa a Hormigones y a VAC de falsedad documental. Los autos que se siguen en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Ciutadella se encuentran suspendidos por decisión judicial. Los jueces quieren oír primero el veredicto que se dicta en relación al procedimiento penal.
Una segunda demanda tiene que ver con la impugnación de acuerdos sociales y se dirige también contra Hormigones y VAC SL. La Audiencia Provincial ha aceptado la medida cautelar solicitada por Impresa, consistente en la administración judicial de la compañía.

En otra de las demandas, Impresa reclama a Valeriano Allés 6.896.454,89 euros por los daños causados a Hormigones durante su etapa como administrador de la compañía, entre febrero de 1999 y noviembre de 2006. Como en los otros pleitos civiles, la tramitación de la demanda, presentada en marzo de 2007, ha quedado temporalmente suspendida, al coincidir con otro proceso penal por la misma causa contra Valeriano Allés.

Un último litigio civil tiene que ver con la impugnación del acuerdo de disolución de Hormigones, que se adoptó gracias al voto mayoritario de Valeriano Allés. Hasta en dos ocasiones los tribunales han dado la razón al empresario y miembro de la Junta de Caixers del bienio. Impresa ha recurrido la última resolución ante el Tribunal Supremo.
De todas las demandas en curso, llama la atención la tercera, en la que Impresa pone en juego una reclamación millonaria, cercana a los 7 millones de euros, para hacer doblar las rodillas al empresario. La sociedad de los hermanos Barber denuncia en ella la existencia de falsedades documentales que suponían una falsa mayoría de Valeriano Allés y su empresa, al tiempo que acusa al empresario de realizar un conjunto de manipulaciones y falsedades con el objeto de alterar los porcentajes de participación y voto que corresponden a los distintos socios en el capital social de Hormigones Isla Menor SL; todo ello, en forma favorable a sus intereses.

Hormigones Isla Menor

Para entender mejor algunas de las claves de la guerra que enfrenta a estos dos antiguos aliados en el negocio del hormigón, hay que retrotraerse a la constitución, en 1995, de la nueva sociedad, Hormigones Isla Menor SL, de la que Valeriano Allés era el socio mayoritario. Impresa entró en la empresa, y después de una serie de ampliaciones de capital, asumió un porcentaje del 49,68 por ciento de las participaciones. Hormigones llegó a un acuerdo con Valeriano Allés, por medio del cual éste se comprometía a venderle áridos con un descuento del 15 por ciento sobre el precio de venta de mercado. Desde su constitución, hace 15 años, Hormigones se dedicó a la fabricación y venta de hormigones en masa, comprando cemento, áridos y aditivos. Los materiales se almacenaban en silos propiedad de Valeriano Allés Canet SL. Los dos principales proveedores de Hormigones Isla Menor eran, de hecho, Valeriano Allés para los áridos, y Cemex España para el cemento. Hormigones subcontrató, además, a Valeriano Allés Canet SL, entre otros servicios, la gestión de oficina; el amasado del hormigón; la limpieza de la zona donde los camiones eliminan los residuos y sobras de los pedidos; y la revisión y el mantenimiento de la maquinaria propiedad de la empresa.

La nueva compañía marchó con paso firme hasta que empezaron a evidenciarse problemas de desconfianza entre los dos socios. Aunque para Valeriano Allés, todo empezó, en realidad, cuando decidió montar la fábrica de blocs en Son Sintes, desde ese instante, no pararon las denuncias de Impresa.
El último episodio en esta espiral de enfrentamientos fue el acuerdo tomado el 11 de abril de 2007 por la junta general de accionistas, por el que se decidió con el voto del socio mayoritario, Valeriano Allés Canet SL, disolver la entidad y nombrar un liquidador.

Los capítulos de la demanda

En relación a la demanda social de responsabilidad civil seguida contra Valeriano Allés, Impresa alude a seis capítulos, en los que habría resultado un daño a Hormigones Isla Menor próximo a los siete millones de euros. El presunto daño se concretaría, según la demanda, en los siguientes hechos: venta de áridos a precios abusivos y contrarios a lo convenido con los socios -el precio sería, según Impresa, superior en un 100 por 100 al valor de mercado-; facturación ficticia de trabajos y aprovisionamientos inexistentes o desproporcionados, efectuados por VAC a Hormigones, tales como retirada de fangos, transporte de vertedero, gasoil, horas de camión, horas de pala, reparación, etc.; retribución ilícita en concepto de administrador de la sociedad; cobro en concepto de un inexistente "canon anual por cargar áridos"; cobros en concepto de intereses inexistentes; facturación por el concepto de gestión de oficina; y existencia de una doble contabilidad -A y B- con ocultación de pagos a favor de Valeriano Allés Canet SL.