frecuencia. Avisos de cierre del puerto, como este del mes de junio, se suceden en Ciutadella - Archivo

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El pasado fin de semana se repitió el escenario que se está convirtiendo en habitual en el puerto de Ciutadella: un aviso de "rissaga" desvía todo el tránsito marítimo hacia Maó, y trastoca la normalidad de pasajeros y navieras. Todo, al final, por unas oscilaciones del nivel del mar mínimas. El causante de esta situación es el protocolo de actuación frente a los avisos de "rissagues" que impera en el puerto de Ciutadella, y que obliga a cerrar la rada ante cualquier aviso de este fenómeno atmosférico.

Frente a las escasas posibilidades de que este protocolo se modifique, el Ayuntamiento de Ciutadella se ha dirigido a Ports de les Illes Balears para plantearle una petición que ya transmitió a los anteriores gestores del organismo público: mejorar la sensibilidad de las boyas que predicen las "rissagues". Según la alcaldesa Pilar Carbonero, "se da una discordancia excesiva entre las alertas y después la realidad". Una circunstancia que ya fue transmitida al anterior vicepresidente de Ports, Manuel Patiño (Unió Mallorquina), quien prometió realizar la actuación que solicita Carbonero, e incluso instalar algún sistema de medición más para mejorar la fiabilidad de los avisos. Ahora, la alcaldesa ha planteado la demanda al nuevo consejo de administración de Ports, presidido por el conseller de Obras Públicas Jaume Carbonero, (PSOE), con Antoni Armengol como vicepresidente y Juan Carlos Plaza como gerente.

Carbonero es consciente de que la modificación del protocolo de seguridad es una expectativa demasiado alta. Es más, la alcaldesa añade que "entiendo el argumentario de Ports, puesto que la seguridad es un tema prioritario y en el que hay que andar con pies de plomo". Para la mandataria ciutadellenca, mientras espera si se mejoran o no estas boyas de predicción, la esperanza está en la finalización de las obras del dique exterior. Entonces, asegura, el tránsito comercial ya no se verá afectado por el cierre en caso de "rissagues".
Desde las empresas navieras que operan en el puerto de Ciutadella se lleva tiempo insistiendo en la necesidad de flexibilizar el protocolo de cierre del puerto por avisos de "rissaga". La hipótesis que más veces se ha planteado ante Ports es la de evitar la clausura total del tránsito en el puerto en caso de una alerta amarilla, la menor de las tres existentes.

Desde Ports siempre han puesto por delante de cualquier petición la seguridad. Los actuales gestores del organismo público han dicho en repetidas ocasiones que la prioridad es garantizar la salvaguarda del tránsito y los pasajeros, con lo cual siguen manteniendo el protocolo aprobado en el anterior mandato. Igual que sus antecesores, también los nuevos responsables de Ports sitúan la solución definitiva al cierre del puerto por aviso de "rissagues" en la ejecución y finalización del dique de Son Blanc. Entonces, con el tránsito portuario comercial fuera del actual puerto, los avisos de "rissaga" tendrán una afectación mucho menor. En principio, el plazo para finalizar las obras del dique no debe sobrepasar el final de este año.