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Muchos de los lectores recordarán cómo años atrás, nuestras madres y abuelas salían con el cubo y la fregona al portal de casa, y se esforzaban en dejar bien limpio su trozo de acera. Con el paso del tiempo, esta práctica se ha ido perdiendo, y ya no hay fregona que pase por encima de las aceras y las deje relucientes. Esta pérdida, no obstante, puede tener vuelta atrás.

La ordenanza municipal de limpieza viaria del Ayuntamiento de Ciutadella recoge, desde el 2005, un artículo que estipula que "corresponde a los particulares la limpieza de las aceras (...) y se puede obligar coactivamente a la persona responsable para que lo haga". Los propietarios de cada edificio son los encargados de limpiar la acera, así como también los propietarios de un negocio o, en casos de edificios públicos, el titular administrativo del mismo. En caso de no cumplir esta norma, puede imponerse una multa de 100 euros.

El ejemplo ya vigente en Cituadella, pero desconocido por muchos vecinos, se puede trasladar en breve a la otra punta de la Isla. El Ayuntamiento de Maó está preparando una ordenanza similar a la de Ciutadella, en la que, entre otras cosas, regulará la obligación de que cada propietario tenga limpia su acera. Según la teniente de alcalde de Ciudad y Medio Ambiente, Gari Petrus, "hasta ahora no había habido ningún problema con este asunto, puesto que existía la costumbre de limpiar las aceras. Poco a poco, no obstante, este hábito se ha ido perdiendo, y queremos recuperarlo". Si bien la ordenanza en cuestión aún se está redactando, y deberá ser sometido al análisis político, todo apunta a que también incluirá posibles sanciones para quien la incumpla, multas que podrán imponer los agentes de la Policía Local.

En el caso de Ciutadella, cuando una casa está ubicada en una calle sin aceras, la ordenanza especifica que "la obligación de limpiar se referirá a la parte de la calle más próxima al edificio, en una anchura mínima de dos metros".

MÁS ESTRICTA CON LOS RESIDUOS
La ordenanza que prepara el Ayuntamiento de Maó será muy exigente con la selección de residuos. Con toda probabilidad, la nueva normativa especificará qué tipo de residuos no pueden depositarse en los contenedores generales, y a su vez establecerá la obligación de separar y reciclar envases y otro tipo de productos que demasiadas veces aún se mezclan con la basura general.