Turistas. Los visitantes ajustan sus gastos y los bolsillos apenas se abren esta temporada

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El lastre de la crisis sigue cebándose en el turismo. Las empresas del sector consultadas de forma aleatoria por "Es Diari" dibujan un feo y preocupante panorama para esta temporada a tenor de los resultados cosechados en estos últimos meses. El sondeo apenas difiere de los datos facilitados este martes por la patronal de la Pequeña y Mediana Empresa de Menorca (PIME), que señalaban cómo un 64 por ciento de los negocios han obtenido en junio menos ingresos con respecto al mismo mes del año pasado. La excepción se encuentra, tal vez, en el sector hotelero.

En general, son pocos los negocios que se atreven a utilizar calificativos positivos para definir el comportamiento del mercado turístico, sin embargo hay quienes ven y tienen la botella medio llena. Este es el caso del Hotel Agamenón, en Es Castell. "Mayo fue muy flojo, pero con junio y julio no nos podemos quejar. Ahora tenemos algunos huecos, pero hay que contar con las reservas de última hora que cada vez son más con la revolución de internet", explica Xavi Carreras, ayudante de dirección del hotel, quien, no obstante, expresa su temor con respecto al final de temporada. "No sabemos cómo serán septiembre u octubre, ni siquiera si llegaremos a octubre", señala. Este hotel, que comenzó a recibir mayor número de turistas británicos cuando la selección de este país sucumbió en el Mundial de Fútbol, ha rebajado precios y como mínimo facturará un 10 por ciento menos.

Una mala temporada
Peores números arroja hasta la fecha el agroturismo Bissafullet Vell, en Sant Lluís. "La temporada está siendo mala", afirma rotunda una responsable. "En junio tenemos menos ocupación que el año pasado y las estancias son más cortas. Habitualmente solemos tener reservas con niños y esta vez no hay casi nada. El año pasado fue regular y este es peor", resume. No llegan suficientes turistas y esto se nota en los alojamientos. La empresa especializada en viviendas vacacionales Property Rentals, de Alaior, es un claro ejemplo de la atonía del mercado. "La temporada es igual de mala que el año pasado. Vienen menos británicos. Hemos hecho bastantes ofertas, pero aún está todo muy vacío", señalan.
Quienes también han ajustado tarifas y tampoco ven demasiada luz al final del túnel son las empresas de alquiler de vehículos. "Por ahora estamos al 75 por ciento de lo que hicimos la temporada pasada. Nos hemos comido la subida del IVA, no la aplicamos. Julio no va mal y agosto en Menorca siempre es bueno", comenta el responsable de la empresa Minurka, en Ciutadella. Que el bolsillo está para pocos lujos lo saben muy bien en la tienda de regalos S'Arravaleta de Maó. Los responsables de este souvenir también afirman sentirse preocupados. "La temporada está siendo igual o peor que la pasada, que ya fue mala. Hay gente, pero no compra casi nada. Hemos ajustado precios y como siempre los españoles son los que más gastan", explican.

Comportamiento irregular
Las ofertas del "todo incluido" están haciendo daño a la oferta complementaria, especialmente a bares y restaurantes. En Es Molí des Racó, en Es Mercadal, lo saben muy bien. Aunque este local abre los 365 días del año, también notan el comportamiento irregular del mercado turístico. "Junio fue igual de flojo que el año pasado, aunque julio está yendo mejor. Los mediodías están siendo más movidos que las noches, curiosamente lo contrario que sucedía el año pasado. Tenemos mediodías incluso muy buenos y prácticamente no hemos cambiado precios. Lo que se nota es que hay más españoles que extranjeros", comentan. A quienes parece no afectar demasiado la crisis son las empresas relacionadas con el sector náutico. Sunseeker Sales, de Maó, tiene prácticamente completos los pantalanes. "Comenzó a animarse a mediados de junio. En julio tenemos los amarres casi completos y en agosto tenemos todo reservado. Igual que el año pasado", señalan, aunque para muchos otros negocios la botella sigue estando medio vacía.