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Fue, junto a Pelegrín Rita y a Mario Gomila, uno de los tres mosqueteros de la vela mahonesa; con su snipe "Jaybe" recorrió todo el territorio español, puntual a la cita de las más importantes regatas, estuvo en Málaga, en Canarias, en Vigo y en otras muchas competiciones nacionales, por supuesto en Palma, dejando siempre muy alto el pabellón de la vela menorquina. Bernardo Vidal Campomar, hoy en su retiro feliz de "S'Altra Banda" junto a su esposa, contempla con nostalgia el ir y venir de todo tipo de barcos, aunque los de vela siguen siendo sus preferidos.

De ti tengo un primer recuerdo; en "San Carlos" precisamente, jugando de medio en un equipo que debía ser filial de la Unión. ¿Me equivoco?
No del todo; los chicos de mi barrio organizamos un equipo, El Hércules, y jugábamos en el campo unionista y fíjate, pagábamos una peseta al mes para comprar la vestimenta y hacer frente a los pequeños gastos que iban surgiendo; y como dices, jugaba de medio más creativo que defensivo; luego fiché por la Unión y jugué en los juveniles donde incluso disputé varios partidos con el primer equipo. Pero cuando ascendimos a la III División lo dejé; sin embargo, como el fútbol me gustaba estuve a punto de fichar por el Menorca pero comprendimos, ellos y yo, que por mis antecedentes familiares no era una alternativa muy acertada y fiché por el Alcázar.

¿En qué colegio iniciaste tus estudios?
En el de la calle de San Juan, luego salté al "Fontirroig" y de ahí al Instituto en que estudié los cuatro primeros cursos; en esta etapa iba a clases de repaso en la Academia Cervantes, de don Juan Gomila Beleta, en "es carrer de Sant Roc".

Después optaste por lo que en aquellos años se llamaba "opción mercantil" y comenzaste a trabajar en los negocios familiares.
Sí, obtuve el título de Agente Comercial y entré a trabajar con mi padre que en aquellos años era representante de infinidad de cosas, principalmente pieles, suela, metales e incluso piensos; ya sabes, aquellos tiempos difíciles por sí mismos, exigían "tocarlo todo", o casi todo.

Una de tus facetas más conocidas ha sido la de regatista, tú y el snipe "Jaybe" formábais un "dúo" ganador e inseparable, ¿lo recordamos?
Etapa ésta que empecé alternándo con el fútbol, yendo de proel con Rafael Iturrioz, un excelente patrón; recuerdo que en varias ocasiones nos desplazamos a Málaga para competir en el trofeo "Marca" y en el "Campeonato de Invierno", dándose la circunstancia de que nosotros ganamosmos uno de los dos trofeos y Pelegrín Rita, que también acudía a dicha cita, ganó el otro; era como si ambas tripulaciones nos pusiéramos de acuerdo para copar ambas copas; a Málaga también se desplazaban cuatro o cinco tripulaciones mahonesas, Siso Pons y Camuñas, un marino destinado en la Base Naval son los nombres que en este momento recuerdo.

Recordarás que yo os llamaba los "tres mosqueteros", en referencia a Pelegrín Rita, a Mario Gomila y a ti, porque "arrasábais" prácticamente en todas las competiciones en que participábais; en el Trofeo "Ferragut", Mario era el ganador por excelencia y no hablemos de tus victorias o las del patriarca de la saga de los "Rita"; aparte de la lógica de la rivalidad deportiva. ¿Había buen rollo entre vosotros?
Excelente, regateando cada uno iba a lo suyo, Mario era el más competitivo y de genio más vivo, pero una vez en tierra todo se olvidaba, éramos compañeros y, aunque rivales, no nos considerábamos adversarios.

Me has recordado que empezaste de proel con Iturrioz pero después de esta primera etapa cogiste la caña y prácticamente no la dejaste hasta retirarte.
Diré que sí, que fue tal como dices, aunque también fui proel con Domingo Natta en el "Master" de veteranos; navegué de tripulante porque todavía no había cumplido los 45 años, edad exigida para competir como patrón; pero por lo demás me consolidé en la caña.

¿Tuviste muchos proeles?
Bastantes, la primera fue mi mujer, en aquellos años, mi novia, pero al casarnos dejó de regatear; Jaime Ferrer creo que fue el siguiente, con él acudí al Campeonato de España; Emilio Sánchez también navegó conmigo, a otro de los que recuerdo es a "Tato" (Carlos González Sintes), a Miguel y Luis Barca, a Tomás Camps y a mi primo Cristóbal Mus… Muchos, la mayoría de ellos siguieron regateando, pero en su propio barco, navegar conmigo fue como un primer aprendizaje que luego completaron en solitario.

En este rápido repaso nos hemos olvidado de dos de tus proeles, Germán Robert y tu hijo Rafael.
Cierto; formando equipo con Germán disputamos los Campeonatos de España, en Canarias y con mi hijo completé mi ciclo en snipes, luego me pasé a la clase crucero a la que me acompañó; posteriormente, él continuó y yo "abandoné".

Igual que tú que alternaste la vela con el fútbol, Rafael eligió el básket como deporte alternativo, ¿cierto?
Del todo, ambos compartimos la afición por la vela y cada uno de nosotros eligió, puede que tal como dices, como complemento o alternativa otro deporte yo el fútbol y él el de la canasta; recordarás que jugó varios años en el Alcázar y actualmente sigue las vicisitudes de este deporte y lógicamente el devenir del ViveMenorca.

En tu club de siempre, en el Marítimo de Mahón, has conocido a todos los presidentes habidos, ¿a cuál destacarías?
Con aciertos y fallos todos han dejado su impronta, todos merecen ser recordados, pero elegiría a Miguel Florit, sobre todo porque fue un presidente que supo capear todos los temporales, un hombre de "mà esquerra".

En el Marítimo tú has desempeñado todos los cargos hasta alcanzar la presidencia. ¿Repasamos esta larga y fructífera etapa?
Como dices "he fet de tot", desde ser un regatista de a pie hasta la "cumbre"; fui delegado de la flotilla de vela, monitor de optimist, comodoro, de todo… Formé parte de las directivas presididas por Juan Sastre, Domingo Natta, Carlos Mir, Matías Montañes y puede que me olvide de alguna otra; también fui el primer delegado en Menorca de la Federación Balear de Vela, de cuya etapa guardo un muy buen recuerdo porque logré establecer unas relaciones muy cordiales entre los cuatro clubes de la Isla, especialmente con el Náutico de Ciutadella.

Dejaste el "testigo" en manos de Luis Barca; lo habías recibido de Matías Montañés. ¿Qué destacarías de tu paso por la presidencia?
El buen talante, el buen rollo que logré establecer, porque en un club como el Marítimo de Mahón no es fácil que todos los socios estén siempre de acuerdo; hicimos camino gestionando tal como se esperaba de nosotros y "promovimos" y apoyamos la carrera de Fernando Rita como olímpico; para el club que Fernando participar en "Barcelona'92" constituyó un gran honor y nos reconfortó de los esfuerzos que habíamos realizado para conseguir este objetivo.

Metidos en este "berenjenal", ¿a qué regatista destacarías?
Sin desmerecer a ninguno, porque ha habido muchos y muy buenos, mi elección es la de Pelegrín Rita; parecía tener un sexto sentido, capaz de anticiparse a los cambios del viento, o a cualquier imprevisto; sin duda, un número uno.

Ha habido un asunto extremadamente conflictivo, la pérdida por parte del Marítimo de los amarres. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Fue una lástima que se perdiera la concesión de los amarres; en ocasiones pienso que si se hubieran realizado, en un determinado momento, las oportunas gestiones con Autoridad Portuaria tal vez la solución hubiera sido otra, pero claro, una vez fallado el concurso era difícil dar marcha atrás. La pérdida económica que tal decisión ha supuesto para el club comporta un grave quebradero de cabeza.

¿Sigues vinculado al club?
Por supuesto, aunque sin la "reiteración" de antes.

Maó, nuestra ciudad, ¿vive de cara al mar?
Sin decir que vive de espaldas al mar, no vive excesivamente comprometida, no ya con el mar, sino con la realidad diaria de nuestro puerto.

Me temo que estés entre los "positivamente críticos" en relación a determinadas cosas en torno a la gestión y desarrollo del puerto, ¿lo estás?
Sí, porque todo lo que sea eliminar o reducir la lámina de agua en el puerto me preocupa y la mayoría de instalaciones que se han construido en la Colársega, no te hablo de los pantalanes, hubieran podido instalarse en tierra firme, sin reducir la lámina de agua… también me preocupa que las calas de la parte norte, a causa de las "mareas" (flujo y reflujo) que provocan los barcos, al navegar a excesiva velocidad, hayan quedado limpias de algas, perjudicando con ello el fondo marino.

También estarás en contra de la ubicación de la descarga de combustible, ¿acierto?
Del todo; muchas veces recuerdo las conversaciones que mantuve con Toñín Allés respecto a este asunto; él era partidario de instalar la descarga fuera del puerto, y uno de los puntos señalados era el de "S'escull des Caragol", frente a Binibeca, en la costa sur, dada la proximidad con el Aeropuerto y las condiciones climatológicas favorables de dicha zona; la actual ubicación es desafortunada y poco favorable a los intereses turísticos de un puerto de las características del nuestro.

No te pregunto de política porque no te has involucrado en ella pero sí de otras "tareas" relacionadas con el entorno económico y social de nuestra ciudad. ¿En cuáles?
He sido vicepresidente del Colegio de Agentes Colegiados, miembro de la directiva del Polígono Industrial y del APA del Instituto Ramis i Ramis durante la etapa estudiantil de mi hijo, y soy patrono de la Fundación Rubió i Tudurí Andrómaco; de cuyos cargos guardo un buen recuerdo.

También estuviste en la junta rectora del Polideportivo Municipal, ¿es así?
Efectivamente; la directiva del Polideportivo Municipal estaba compuesta por representantes de todos los partidos políticos y por un grupo de ciudadanos representantes de diversos colectivos del ámbito deportivo local, "equipo" formado por Roberto Mir, Tolo Roselló, Lluís Llorca y yo, colaboración que dejamos al no conseguir el consenso en el nombramiento del director deportivo.

La crisis ha influido, negativamente, en el desarrollo económico del comercio insular. ¿Qué perspectivas auguras?
No excesivamente optimistas; como en anteriores ocasiones habrá que diversificar y ampliar las ofertas, no ceñirse a lo de siempre y acertar con las alternativas innovadoras; con SEBIME, en su momento, se acertó de lleno, espero y deseo que de nuevo surja algún proyecto novedoso que relance la economía menorquina porque es necesario crear riqueza y puestos de trabajo.

¿Sigues la evolución política de nuestro país?
Sí, a través de la prensa y de la televisión y me preocupa la falta de sensibilidad por parte de las distintas administraciones que en ocasiones incluso parece que desconocen las necesidades reales de los ciudadanos.

¿Y la deportiva, también la sigues?
Sobre todo la local; la irrupción de Sergi Llull ha sido impresionante y positiva, ya que constituye un estímulo para la juventud menorquina.

Uno de tus nietos, Rafael, anduvo también en el baloncesto, y ahora, según he sabido, marchará a Italia.
Marcha a Italia pero no por motivos deportivos sino porque debe realizar el proyecto de fin de carrera en Salerno, muy cerca de Nápoles, lo cual, como abuelo, constituye para mí una gran satisfacción.

España, la "Roja", ¿jugará la final? (en el momento de la entrevista el Mundial de Fútbol se estaba aún disputando).
Por lo que he visto es de las selecciones que juega mejor; de ahí que confíe en que seguirá adelante, aunque los alemanes serán duros de roer.

En esta etapa de relax, ¿cuáles son tus recuerdos más significativos?
Muchos, mis triunfos con el "Jaybe", las salidas con los amigos, con ellos y nuestras respectivas esposas; mis etapas en el Polígono Industrial, en el Club Marítimo… Imagínate las vivencias que he ido acumulando, porque he vivido intensamente.

De tu padre, del que guardo un muy buen recuerdo, cuantos le conocieron dicen de él que era un caballero. ¿Qué te inculcó?
Su sentido de la responsabilidad, su honestidad, su amor por el trabajo, muchas cosas; en realidad es como dices, se le recuerda como un "hombre de bien", por todo ello me sentí enormemente feliz cuando el Ayuntamiento le designó para tributarle el homenaje a la honradez profesional; homenaje del que me sentí partícipe porque él siempre quiso compartir sus alegrías con toda su familia.

Tú y tu esposa Niní lleváis casados 53 años, sin altibajos, compartiendo lo bueno y lo menos bueno. ¿De quién es el mérito de tan larga convivencia?
El mérito es compartido y se ha basado en el mutuo respeto y en el amor.

Y ahora, en este momento de relajación en este idílico rincón "des port de Maó", ¿qué le pides a la vida?
Seguir como hasta ahora y que pueda levantarme cada mañana. Para disfrutar y vivir el día a día, porque el mañana irá llegando lentamente.