1 de agosto de 2008. Brondo y su equipo, excepto Gener, oficializaron su baja del PP por el pacto con UPCM - Archivo

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El episodio de crispación vivido en el último pleno del Ayuntamiento de Ciutadella coincide con el momento en que se cumplen dos años del cisma político que revolucionó la institución. Un día como ayer de 2008, el entonces alcalde Llorenç Brondo y su equipo de concejales, excepto Antònia Gener, anunciaron su baja del PP dando por terminado el acuerdo de gobierno con el concejal de UPCM.

La decisión no sólo convulsionó el PP a las puertas de su congreso para elegir presidente insular y al seno de la Junta Local, sino que también hizo tambalear la política municipal. El equipo de gobierno de Brondo pasó a formar parte del Grupo Mixto y siguió gobernando bajo las siglas independientes, a pesar de los requerimientos del PP que exigían la devolución de las actas de concejales.

Tras la dimisión de Brondo como alcalde y Adrienne Sans como edil, asumieron el acta de concejales Jordi Salord y Juana María Pons por el PP. El gobierno en minoría del Grupo Mixto, con Antònia Salord como alcaldesa accidental, terminó después de un proceso de negociaciones que desembocó con la entrada de un gobierno progresista formado por el PSOE y el PSM, que cerraron un periodo político de seis años de gobierno conservador. Los contactos con el PP y UPCM para un gobierno de salvación conjunto no fructificaron, por lo que Joan Triay dio su voto capital a la investidura de Pilar Carbonero. Desde la crisis política derivada del 31 de julio de 2008, la brecha política ha seguido abierta entre el Grupo Mixto y UPCM, con el telón de fondo de las comisiones de investigación Nerer y CITUR, el traslado de las conclusiones a la Fiscalía, y las críticas por la gestión municipal de los entonces ediles del PP desde 2003. La tensión sigue latente y se aprecia en el debate político que se vive en los plenos y que alarga las sesiones hasta la medianoche. El episodio de crispación que se vivió en el último pleno deja patente que hay heridas políticas sin cerrar.

El cisma protagonizado por el Grupo Mixto hace que el sector de centro-derecha de Ciutadella se encuentre dividido, con la representación de ediles del PP, Grupo Mixto (que concurrirán a las elecciones por Unió Menorquina) y UPCM, además del anuncio de un grupo de empresarios de crear un nuevo partido: Ciutadella, Centre i Progrés.