El máximo desnivel durante la jornada diurna se registró por la mañana, con 67 centímetros - Gemma Andreu

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Ciutadella despertó ayer con las condiciones meteorológicas típicas en las que hay probabilidad de que se produzca la 'rissaga': cielo encapotado y mucho bochorno. El Centro Territorial de Meteorología de Balears emitió alerta amarilla con la previsión de oscilaciones del nivel de mar de 80 centímetros.

El aviso motivó el cierre del puerto de Ciutadella desde el amanecer hasta las once de la mañana. No obstante, la alerta se prorrogó hasta las cuatro de esta pasada noche. El bloqueo del tráfico portuario afectó a centenares de pasajeros en uno de los días de la operación retorno.

El barco de Interilles, que opera con Alcúdia, se vio obligado a suspender las conexiones, mientras que el "Nura Nova" y el "Ramon Llull" tuvieron que desviarse para poder operar en el puerto de Maó, con retrasos en los horarios previstos.

Según informa Autoridad Portuaria, el buque de Baleària llegó a Maó a las 10.40 horas y zarpó sobre las 20 horas. Por su parte, el buque de Iscomar atracó a las 13.20 horas con la salida sobre las 19 horas.

El cierre del puerto ocasionó molestias a los pasajeros que tenían previsto salir de la Isla vía Ciutadella, así como a los usuarios que habían programado su llegada en el puerto de Ponent. La diferencia de distancias entre los puertos de Ciutadella y Maó trastocó el horario previsto de los enlaces.