OCIM winds. La formación demostró una gran desenvoltura escénica y dominio de la partitura - Javier

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Mucha expectación había despertado entre los aficionados el anuncio del último concierto del XXXVII Festival de Música de Maó, por la indicación de sus intérpretes y programación: conjunto de viento y contrabajo, para una obra original de W.A. Mozart.

Dicha expectación, que atrajo al Teatre Principal a un público muy numeroso, quedó gozosa y profusamente satisfecha por la versión, realmente excelente y exponente de gran calidad interpretativa de la OCIM Winds, cuidadosamente ambientada en su época por la desenvoltura escénica y adecuado énfasis de exposición de las cartas de Mozart efectuada por el actor Josep Saguer, y significativos detalles decorativos.

Integrado por dos oboes, dos clarinetes, dos cornos di basetto, dos fagots, cuatro trompas, y un contrabajo, el conjunto de la OCIM Winds ofreció una versión impresionante de la "Serenata , n. 10, en Si bemol mayor, K. 361, Gran partita para 13 instrumentos de viento", de W. Amadeus Mozart.

Dominando plenamente la partitura, el conjunto la expuso subrayando la gracia y atractivo del estilo mozartiano, la vivacidad de su ritmo, especialmente en el "finale", y la elegancia expresiva de sus "minuetos" y "adagio". Su coordinación fue total, respondiendo a la dirección indicada por el primer oboe, Daniel Fuster, que impulsó el matiz interpretativo adecuado, secundado admirablemente por la primera clarinetista, Ona Cardona.

La combinación de acción escénica y de actuación musical imprimió al concierto originalidad llamativa, y confirmó la voluntad de los organizadores del Festival en ofrecer variedad programática.

La excelente interpretación de la "Gran Partita" fue el destacado punto final del XXXVII Festival de Música de Maó, en el que han intervenido, entre otros, intérpretes de gran calidad, como Gordan Nikolic, Leónidas Kavacos, Maxim Risanov, Stephano Montanari, Enrico Pace, y conjuntos igualmente cualificados como la Accademia Bizantina, la Orquestra de Cambra Illa de Menorca, Solistas del Covent Garden, y el Soweto Gospel Choir African Sprit, y en el que, por primera vez en el Principal, el órgano formó parte de un grupo orquestal.

La valoración del público ha sido muy alta, habiendo apreciado el alto nivel general de los intérpretes y de las versiones concertísticas. A pesar de la situación económica preocupante por la que atravesamos se ha podido desarrollar el Festival con toda su garantía de calidad. Su organizador, JJMM, puede sentirse muy satisfecho, y estimulada ya para la próxima edición.