Edificio. Discrepancias sobre la superficie del sótano y las tejas de la cubierta - Gemma Andreu

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Los planos del edificio de Prisoles desmienten abiertamente la versión "oficial" del Ayuntamiento de Ciutadella, según la cual las cámaras de aire no forman parte del sótano por carecer de servicios. La Junta de Gobierno rechazó el miércoles pasado el recurso de reposición presentado por los vecinos y por UPCM bajo el argumento, entre otros, que la cámara de aire o sanitaria "no forma parte de la construcción de la planta sótano, dado que no tiene ningún tipo de acceso, ni comunicación, ni servicios". Una afirmación que no sólo contradice la simple observación física de las obras, sino que -los croquis lo demuestran también- es rotundamente falsa. Los espacios que los arquitectos de Prisoles reservan en los planos a las cámaras de aire cuentan todos con "relleno a un metro e instalaciones colgadas"; luego, cuentan con servicios. ¿Por qué, entonces, los abogados y los arquitectos municipales afirman lo contrario en el informe "técnico y jurídico" que ha servido para bendecir el proyecto?, ¿se les pasó por alto este hecho?

El hormigón "invisible"

Una lectura atenta del dictamen revela diversas inconsistencias. Pese a que fue el propio Ayuntamiento el que obligó a Prisoles a presentar un nuevo proyecto para corregir la sobreedificación de la planta, los servicios técnicos y jurídicos municipales insisten en querer borrar de un plumazo el exceso de superficie construida -¡2.745 metros cuadrados!- como si el hormigón se hubiera vuelto invisible a la vista. Según el Ayuntamiento, no es cierto que la superficie construida del sótano sea de 7.573 metros cuadrados. Para negar la mayor, acude al ardid de distinguir entre "superficie de excavación" y "superficie de construcción".

El razonamiento sigue unos caminos muy distintos a los que enseña la lógica formal. Según el Consistorio, "en este caso concreto, la construcción de la planta sótano es consecuencia de una excavación efectuada en la parcela, ya que la planta sótano está construida dentro de la excavación, lo que no comporta que toda excavación sea construcción de planta sótano. Por lo cual, queda acreditado que los metros cuadrados de planta sótano 1 son los 4.828 metros cuadrados, que cumplen con el artículo 73.2 del PGOU". Puede que si Aristóteles levantara la cabeza, no le hiciera mucha gracia comprobar cómo algunos han entendido, siglos después, la mecánica del silogismo.

Aunque es posible excavar 7.573 metros y construir solamente 4.828 metros de la superficie excavada, el resultado de tal operación sería un agujero de 2.745 metros de superficie excavada, pero no construida. La contradicción resulta patente cuando, a pesar de repetir por tres veces que la superficie de excavación no tiene por qué coincidir con la de construcción, el propio informe termina por reconocer que, a parte del sótano, "la parte excavada es, en este caso, una cámara de aire o sanitaria…"

Preguntas inesquivables

La pregunta –de una obviedad inesquivable- ya fue planteada, en realidad, por UPCM y los vecinos del Esmeralda en su recurso: ¿por qué tendrían que quedar "unas cámaras de aire rellenas hasta un metro de altura, en el perímetro del edificio", si el sótano tuviese, efectivamente, 4.828 metros cuadrados y cumpliese el Plan General?; dicho de otro modo, ¿por qué se ha corregido el proyecto, mediante la introducción de "cámaras de aire", si Prisoles se ha ceñido, según el Consistorio, a lo que podía construir?

El Ayuntamiento también ha negado que no se haya corregido, en el nuevo proyecto, el exceso de edificación sobre rasante autorizada en la primera licencia, debido –como afirmaban UPCM, y los propios vecinos, en el recurso- al error al que fue inducida la Administración al presentar Prisoles un topográfico incorrecto de 9.900 metros. El consistorio alude a la presentación de un nuevo topográfico, que fija la superficie del solar en 9.663 metros. Obvia, sin embargo, algo tan importante como que cuando el proyecto se modificó, la estructura del edificio ya llevaba meses levantada… sobre la base del proyecto inicial.

¿Un huerto solar en la azotea del Esmeralda?

Una de las mayores inconsistencias del informe municipal aparece, sin embargo, al referirse a la solución dada por Prisoles en los espacios situados bajo cubierta. El Ayuntamiento recuerda que la licencia concedida en mayo a la promotora está condicionada a que la cubierta deberá ser inclinada de teja árabe, en todos los espacios no ocupados por las placas solares; esto es, admite que "donde no haya instaladas placas, deberán colocarse tejas árabes". Una vez más, la simple observación de los planos siembra nuevas dudas sobre cuáles puedan ser las intenciones de la empresa.

Un vistazo al plano de situación del edificio permite observar que de los 1.595,57 metros de espacios utilizables en el ático apenas un porcentaje insignificante están cubiertos con teja, con lo que cuesta creer que todo el resto de la planta bajo cubierta vaya a sembrarse de placas solares. De ser así, la azotea del flamante edificio de Prisoles acabaría pareciendo un parque fotovoltaico. Naturalmente, los técnicos municipales ya prevén que no sea así, y se curan en salud al afirmar que "en caso contrario, es decir, de incumplimiento de la condición, no se otorgará la licencia de primera ocupación del edificio, hasta que no se cumpla con la prescripción". ¿Se atreverá el Ayuntamiento a denegar la licencia de primera ocupación a Prisoles, con la que ha demostrado, a decir de los vecinos, la mayor permisividad?

Por último, una lectura interesada del Plan General permite a los técnicos municipales salvar el último escollo planteado por los vecinos: que los metros edificables de la planta bajo cubierta exceden el tercio de la planta inmediatamente inferior. Según el Ayuntamiento, "teniendo en cuenta que se considera planta lo que es ocupación, y la ocupación son 4.828,60 metros cuadrados, una tercera parte de esta superficie, da como resultado 1.606,86 metros. Por tanto, se cumple con lo establecido en el PGOU". El cálculo aritmético es impecable. Sin embargo, en el anexo urbanístico que los técnicos incluyeron en el informe que autorizó la licencia, el pasado mes de mayo- no se hablaba de metros "ocupados" sino de metros "construidos". Por suerte o por desgracia, el Plan General permite de forma ambivalente una u otra interpretación.

Un informe externo…"poco" externo

El dictamen que ha servido de base al Ayuntamiento para rechazar el recurso se ve refrendado por un informe jurídico externo que reproduce con insistencia los mismos argumentos que los abogados y técnicos municipales. Ambos llevan la misma fecha: 3 de agosto, pese a que el primero contiene constantes referencias al informe municipal. Su autor, el abogado Antoni J. Montaner, factura mensualmente al Ayuntamiento desde hace años por diversos servicios.

Triay: "Sólo se han hecho modificaciones virtuales"

Para el portavoz de UPCM, Joan Triay, la lectura es clara: el Consistorio "ha recurrido otra vez a subterfugios para dejar las cosas prácticamente como estaban desde un principio". Triay denuncia que "se han hecho modificaciones virtuales, que sólo existen sobre los planos, sin verificar en ningún momento que se hayan llevado a cabo físicamente". Así, "se afirma, por ejemplo, en tiempo presente, que no existen accesos ni comunicaciones entre las dos partes construidas, el sótano y las cámaras de aire, cuando es evidente que ambas están comunicadas en estos momentos".

Triay critica, por otro lado, las "contradicciones flagrantes" existentes en el informe "técnico y jurídico" municipal y en la propia propuesta de la alcaldesa y concejala de Urbanismo, Pilar Carbonero. "Primero, afirman que no toda la parte excavada está construida; esto es, reconocen que existen 4.828 metros cuadrados construidos y 7.573 metros, excavados, con lo que, de ser cierto todo esto, debería quedar un "agujero" de 2.745 metros cuadrados que sería observable a la vista, y que, evidentemente, no existe. Más adelante –añade-, se dice, en flagrante contradicción, que el resto de la excavación –la "parte excavada" del sótano- es una cámara de aire; o sea, una construcción -en los planos es posible, de hecho, distinguir los pilares-, con lo que se demuestra una vez más que es un subterfugio. Por si fuera poco, se afirma, incluso, que no existe ningún servicio en las cámaras, cuando éstos están previstos en los propios planos del proyecto modificado".