Ha despertado interés la noticia publicada hace unos días sobre las campañas de clasificación de playas que realizará a partir de este mes de septiembre la consultoría ambiental Qu4tre, por encargo del Departamento de Planificación y Proyectos de la Secretaría de Estado de Turismo de la República Dominicana. Qu4tre compara la Playa de Son Saura del sur de Menorca y la Playa Perla Blanca, del Cayo Santa María de Cuba.
Son varios puntos en común los que los estudios de la consultoría ambiental ponen de manifiesto. Los dos espacios litorales poseen arenas blancas de origen carbonatado, producidas por esqueletos orgánicos sumergidos en la playa, aunque en Balears son las praderas de posidonia oceánica que producen este sedimento, y no los corales, como sucede en el Caribe.
Otra coincidencia es la morfología de sistema playa-duna en perfecto equilibrio entre los sectores de playa emergida y sumergida en condiciones naturales, con vegetación adaptada a ambientes hostiles, frágiles y dinámicos. Se trata de espacios geográficos con una economía que gravita sobre la denominada industria turística de sol y playa.
Según Qu4tre, estas similitudes justifican la aplicación de una gestión diferencial, evitando la creación de escenarios artificiales ante el deterioro natural de las zonas costeras, la pérdida de identidad y la construcción de 'neo-lugares' turísticos, compaginando uso y explotación racional de la playa.
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