ES PLA. Los empresarios aseguran que antes de la pelea habían solicitado más presencia policial - Cris

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La Associació de Bars i Discoteques des Pla de Ciutadella considera "desorbitada e irreal" la alarma social generada a raíz de la pelea ocurrida en agosto y se siente perjudicada por la imagen negativa que se ha difundido de la zona de ocio nocturno. Los empresarios afirman que el alarmismo ha llevado a que la gente evite acudir a los locales por temor.

Los propietarios de los doce bares y discotecas se han sentido atacados en las últimas semanas por un sector de la opinión pública "que ha presentado la zona como si fuera el Bronx". Uno de los representantes señala que "no somos culpables de que alguien salga de su casa con un cuchillo. En Alaior hubo otro caso de puñalada y nadie ha criminalizado las fiestas".

Los locales aseguran que los casos de personas conflictivas "se pueden contar con los dedos de las manos" y justifican que no se les puede culpabilizar por la falta de presencia policial. Su argumento es que los locales son seguros y que la seguridad en la vía pública es competencia de las administraciones. "Para garantizar la diversión en nuestros locales en el fin de semana de temporada alta los 12 locales suman 20 porteros de vigilancia privada para una afluencia de clientela entrante y saliente de entre 1.500 y 3.000 personas, a los que hay que sumar entre 300 y 500 personas que practican el botellón en la calle. Para controlar esta masificación de gente no hay ni un sólo policía, ni ningún dispositivo especial". Aseguran que como colectivo han solicitado de forma reiterada el incremento de la presencia policial y la dotación de un dispositivo fijo disuasorio. Los empresarios lamentan que la dotación nocturna de la Policía sea insuficiente para la vigilancia y control de todo el municipio, y especialmente en la zona de ocio que en las noches de verano concentra a miles de personas. La asociación considera injustificados los ataques que reciben los bares y discotecas "cuando estamos en una zona tercermundista, sin el pavimento en condiciones y con falta de servicios". Argumentan que los locales pagan sus correspondientes impuestos, "y que no son pocos". Añaden que el problema de la zona no son los locales sino el botellón que se practica en la vía pública y reivindican que es la zona de ocio nocturno con más atractivo de la Isla, con locales seguros y "la más fácil de controlar y vigilar".