EDIFICIO. Se ha distribuido el espacio En dos plantas, una destinada a la zona de trabajo diario y otra a las dependencias privadas de los profesionales - Gemma Andreu

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De diseño claramente industrial y con una estética sobria y limpia, el nuevo parque de Bomberos de Maó espera la llegada de sus nuevos inquilinos, prevista para antes de que finalice el año, según avanzó ayer el presidente del Consell, Marc Pons.

Las obras, que se iniciaron a finales de noviembre de 2009, han llegado a su fin y, a día de hoy, tan sólo falta asfaltar la explanada central del edificio por lo que el traslado de los 18 profesionales que ocuparán las instalaciones se hará efectivo en los próximos meses.

Durante una visita al parque, Pons reconoció que "teníamos una asignatura pendiente con los Bomberos de Maó. No nos acordamos nunca de ellos hasta que los necesitamos y aquel día les exigimos la mejor respuesta. Por ello, también necesitan las mejores instalaciones posibles".

El presidente señaló que la distribución del recinto agilizará la capacidad de respuesta y de reacción del servicio, además de mejorar notablemente las condiciones de higiene y bienestar de los usuarios.

En este sentido, la consellera de Cooperación Local e Innovación, Susana Gomila, apuntó que uno de los objetivos del proyecto, ideado por el arquitecto Nicolás Faedo, era diferenciar las dependencias privadas de los Bomberos de las zonas de trabajo diario.

De este modo, el edificio consta de una planta baja de 855 metros cuadrados, donde se encuentra el aparcamiento para los vehículos, los vestuarios, el gimnasio y una sala de formación. Por su parte, en la primera planta, de 385 metros cuadrados, se ha habilitado una zona de descanso, donde se ubicarán los dormitorios de los usuarios, y un espacio de ocio, más luminoso y con una cocina.

"A través de esta infraestructura hemos querido dignificar al máximo la profesión", apuntó ayer Faedo, quien resaltó que además se ha buscado que los colores y las formas remitan a su uso.


El proyecto
Las instalaciones estarán operativas antes de que finalice el año, según avanzó ayer el presidente del Consell, Marc Pons,
Asimismo, el presidente ha avanzado que ya se han sacado a concurso la instalación del mobiliario y equipamientos, que se adjudicará próximamente con un presupuesto de alrededor 40.000 euros.

El presupuesto de las obras, que comenzaron a finales del mes de noviembre de 2008, ronda los 1,2 millones de euros, el 50 por ciento financiado por el Consell y el resto por todos los ayuntamientos.