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La Asociación de Vecinos del Camí des Castell ya llevaba un par de días preparando los diferentes platos que compondrían el tradicional desayuno de caixers de ayer por la mañana. Una larga mesa repleta de comida y bebida, banderillas y demás decoración festiva, música menorquina y unos vecinos muy entregados que se esmeraron en que los invitados se sintieran a gusto. Encabezando el grupo de anfitriones, Yurka, Miguel, José y Juana, quienes, micrófono en mano, se encargaron de felicitar las fiestas a los presentes y de entregar unos obsequios a los niños nacidos últimamente en la zona, a la Policía de barrio y a los medios de comunicación que allí se congregaron.

Entre los invitados, además de los caixers y los propios vecinos, estaban los alcaldes de Maó, Sant Lluís, Es Migjorn, Ferreries y Es Mercadal, algunos concejales mahoneses, el senador Arturo Bagur y el presidente del Consell, Marc Pons. También ellos se encargaron de entregar alguno de estos detalles a los afortunados. La fabiolera y el pregonero popular hicieron acto de presencia y fueron aplaudidos por su labor.

Los organizadores explicaron que llevan celebrando este desayuno desde hace 21 años, cuando la madre del caixer fadrí de entonces se comprometió a pagar los bocadillos de los caixers. Tras todo este tiempo, aún lo sigue haciendo y es curioso que lo que empezó siendo como una pequeña costumbre haya llegado a incluirse en el programa de fiestas.
De hecho, se preparó comida para unas 125 personas y había platos para todos los gustos, desde calamares a carne en salsa, de pulpo con cebolla a albóndigas con salsa de almendras, pasando por las cañas de sobrasada, las empanadas o los callos. Un desayuno energético que no podía completarse sin una buena porción de coca con chocolate. Una óptima manera de coger fuerzas para resistir la jornada festiva.