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Los vecinos de Es Mercadal se levantaron el martes sin luz en sus casas. La mayoría de ellos estaba durmiendo cuando una rata se coló en la subestación eléctrica del municipio, intentando encontrar alimento en un cable eléctrico de 15.000 voltios de potencia. Pese a las medidas que preven estas intrusiones, como son los sistemas de ultrasonido o el veneno, no es la primera vez que un animal se cuela en este tipo de estaciones, sean ratones, perros o gatos.

Quien quiso ducharse, sí que pudo hacerlo, ya que Es Mercadal cuenta con grupos electrógenos con los que el suministro de agua no desaparece. Desde las 5.45 horas de la madrugada, hasta casi cinco horas después, lo que no hubo fue electricidad; fueron 4.000 clientes de ENDESA los que se quedaron sin luz por culpa de la rata, según fuentes de la compañía.

No hubo excesivos nervios entre los vecinos de Es Mercadal ya que, a lo largo del apagón, la luz se restableció durante algunos minutos en cuatro ocasiones, de forma intermitente. El alcalde, Francesc Ametller, declaró que nadie acudió al Ayuntamiento para formalizar una queja, aunque pudo percibir los muchos comentarios que se realizaron al respecto en la calle.

Los más afectados fueron los hostales y también los hoteles de la costa norte, ya que el apetito de este roedor coincidía con el inicio de la jornada laboral de los cocineros encargados del desayuno, así como la apertura de la cafetería, el salón de comidas o la recepción. Estos establecimientos también poseen generadores propios de electricidad, pero no todos funcionaron.

El incidente alarmante llegó a primera hora de la mañana, cuando unos huéspedes, en dos hoteles distintos, quedaron atrapados en el ascensor. Aunque la directora de cada uno de ellos aclaró que los clientes no habían estado encerrados mucho tiempo, porque el equipo de rescate actuó con rapidez. Joan Juanico, gerente de ASHOME, expresó la preocupación de la patronal hotelera, considerando que "estás cosas no deberían de pasar, y menos aún dentro de la temporada de verano".

La mayoría de comercios abren sus puertas al público a las 10.30 horas de la mañana, justo a la hora que se resolvió definitivamente la avería de la subestación, pero las panaderas sufrían pensando en el momento de tener que cuadrar la caja ya que estuvieron, las dos primeras horas de la jornada, sin el sistema informático operativo con el que habitualmente cobran las ventas; para no hablar de los productos que quedaron a temperatura ambiente estando dentro del congelador. Los supermercados tuvieron más suerte, ya que sólo un cliente quedó sin poder hacer la compra.

Los técnicos encargados de reparar la avería de la estación eléctrica se pusieron en marcha pasadas las 8 de la mañana, y lo tuvieron listo dos horas más tarde. En el transcurso de esta reparación, Es Migjorn, Ferreries y Alaior también quedaron sin luz durante unos minutos, al tener que alimentar la línea afectada con la de estos municipios, haciendo la interconexión que requería esta reparación.