Conciertos. Actuación del Soweto Gospel Choir - JJMM

TW
0

El Festival de Música de Maó cerró su última edición con un balance satisfactorio en cuanto a los conciertos programados y el público asistente, 2.700 personas entre los meses de julio y agosto, si bien dicha cifra de espectadores fue inferior a la del año pasado. Una de las actuaciones destacadas, por el lleno conseguido en el Teatre Principal, fue el concierto de Soweto Gospel Choir, que atrajo a 700 espectadores y llegó precedido del éxito logrado en la ceremonia de apertura del Mundial de Fútbol de Sudáfrica.La XXXVII edición del Festival ofreció siete conciertos organizados por Joventuts Musicals de Maó, con el objetivo explícito de la entidad de programar una muestra variada de músicas y estilos con la máxima calidad. De este modo, la oferta ha incluido música barroca, gospel africano, grupos de cámara, obras fundamentales del sinfonismo romántico, versiones contemporáneas de los grandes clásicos y un concierto escenificado.Además del éxito del Soweto Gospel Choir, también se registró una muy buena asistencia de público en el concierto de la Orquestra de Cambra Illa de Menorca con Gordan Kodalic. En este caso, la orquesta y el solista ofrecieron de forma desinteresada sendas actuaciones en el Hospital Mateu Orfila y en el Centro Sociosanitario de Sant Rita.
Otro de los conciertos memorables fue el del violinista griego Leónidas Kavakos, junto con el pianista Enrico Pace. Asimismo, el estreno como protagonista de orquesta del nuevo órgano de arca de la Fundación del Órgano de Santa María contó con una de las orquestas barrocas más valoradas del momento, la Academia Bizantina italiana.
Fusión
Además de la actuación de uno de los mejores violinistas del momento, Maxim Rysanov, en trío con la violoncelista Kristina Blaumane y el pianista Jacob Katsnelson, el Festival tuvo otro momento destacado durante su concierto inaugural. La apertura corrió a cargo del prestigioso violinista Vasko Vassilev, los solistas del Covent Garden y miembros del grupo de flamenco-chill out Chambao, de modo que el público pudo disfrutar de las melodías clásicas con la influencia de los ritmos andaluces. El certamen se clausuró con una producción propia, la representación de la Gran Partita de Mozart, una obra escenificada en torno a las circunstancias de la vida del compositor. La variedad de estilos ha marcado el último Festival de Música de Maó, que con un presupuesto de 140.000 euros, se ha financiado gracias a la colaboración de la Conselleria balear de Turismo, el Consell, el Ayuntamiento de Maó y la venta de entradas de los conciertos.