Jornada. Las obras de reforma y ampliación, los nervios del primer día y el reencuentro con los compañeros marcaron la vuelta a las aulas - Javier

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El nuevo curso escolar empezó este lunes para 14.000 alumnos y 1.150 docentes con pocas novedades aunque con las aulas modulares como solución provisional a la falta de espacio que sufren la gran mayoría de los centros educativos.

La vuelta al 'cole' comenzó sin sobresaltos y con casi la totalidad de la plantilla incorporada. En este sentido, la excepción fue el Instituto Maria Àngels Cardona de Ciutadella que a día de ayer aún le faltaban tres docentes por asignar y que día primero de septiembre el claustro de profesores se celebró con la ausencia de diez profesores. Algunos centros han achacado esta tardanza en la incorporación del personal docente a motivos económicos, para no pagar un sueldo hasta la entrada en las aulas de los alumnos, aseguran.

La falta de espacio ha obligado a la Conselleria de Educación a instalar aulas modulares en los colegios Verge del Carme, Tramuntana, Mare de Déu de Gràcia y Antoni Juan de Maó además del Mare de Déu del Toro des Mercadal. Con estos nuevos barracones el paisaje en los centros educativos presenta 30 aulas auxiliares, entre las que destacan las ocho del Instituto Joan Ramis i Ramis, las cinco del Instituto Josep Maria Quadrado -destinadas a servicios de cafetería, vestidores o taller de tecnología- o las cuatro del

Colegio Público Sant Lluís.
Diferente ha sido el panorama del Colegio Ángel Ruiz y Pablo de Es Castell que tras las obras de mejora y ampliación del centro, ha conseguido eliminar las dos aulas modulares existentes hasta el momento. Similar ha sido el caso del Mateu Fontirroig que, tras las obras de ampliación también ha suprimido las cuatro aulas auxiliares con que contaba. O, el Colegio Doctor Comas Camps de Alaior que, tras la apertura, el año pasado, del nuevo Colegio CP Alaior, ha retirado en dos años cuatro de las cinco clases modulares provisionales. Desde el centro informan que aunque "aún contemos con una modular todas las clases ya se celebran dentro del edificio, sólo se utilizará para desdoblamientos".

A estas 30 aulas auxiliares hay que añadirle otras seis que se van a ubicar en el Instituto Cap de Llevant de Maó debido al inicio de las obras en el sistema de calefacción que obligará a trasladar, sólo durante su ejecución, a los grupos donde se esté actuando. El director, Jaume Bonet, espera que las obras de reforma empiecen a finales de octubre, un proyecto que incluye a su vez la ampliación del Instituto en cuatro aulas nuevas.

En esta línea de reformas y ampliaciones, cabe resaltar que en el Colegio Verge del Carme de Maó, una de las tres aulas prefabricadas, la de nueva instalación, se hallaba a primera hora de la mañana sin mobiliario. Aun así, horas después el material ya estaba en su sitio. En el caso del Colegio Mateu Fontirroig, las nuevas instalaciones funcionaron ayer con toda normalidad excepto el comedor que aún está en obras. Desde la dirección informan que los niños quedaron igualmente a comedor habilitando un aula en el edificio antiguo.

Las obras de reforma también han sido especialmente importantes en el Colegio Ángel Ruiz y Pablo. Los escolares han asistido a clase con la ilusión de poder estrenar baños, escalera y salida de emergencia además de ascensor. En el Instituto Josep Maria Quadrado, las sesiones de presentación se han tenido que celebrar en la pista polideportiva en lugar de la sala de actos por las obras que ya llevan un año de retraso.

La preocupación de los colegios y familias del centro de la Isla residía ayer en la supresión de rutas de transporte escolar, en concreto las del Camí de Tramuntana y La Argentina. Desde la Conselleria informan que estas rutas se suprimieron por ser minoritarias y contar con menos de ocho alumnos por trayecto. A cambio, se les ha retribuido con una ayuda económica por niño. El delegado territorial de Educación, Joan Coll, avanza que se están haciendo gestiones para que se reanuden estos trayectos.