DANIELA MIRANDA - Cris

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Autoficha
Soy Daniela Miranda, chilena del 81; llegué a Menorca hace cinco años buscando una oportunidad. He dado clases de teatro como voluntaria en Caritas y gracias a ello he podido montar la compañía Imagina. En mi tiempo libre, ahora tengo poco, me gusta la fotografía y me encanta bailar y todo lo que tenga que ver con la expresión corporal.

¿Cómo surge el proyecto de la compañía de teatro infantil Imagina?
Creo que es vocacional, siempre he querido trabajar con niños. Se dio la oportunidad de formarme en este campo y se me abrieron las puertas en el Margarita Florit. Allí supe que podía hacer muchas cosas con niños y teatro y lo confirmé en el Centre Obert Es Barracó, donde conocí a Toni, el presidente del Casino (17 de Gener) que me propuso aprovechar el espacio del que disponían para trabajar con niños. Presenté el proyecto al Ayuntamiento y al concejal Magí Muñoz y surgió la chispa. Con Cristina, la técnica, hemos estructurado el plan de publicidad con el que se dará a conocer la iniciativa en los colegios y a los padres.

¿Tienen los niños cualidades especiales para el teatro o diferentes a las de los adultos?
Tienen muchas cualidades. Los adultos al tener más experiencia nos cerramos un poco y los niños no. Son más libres en creatividad e imaginación y es más facil trabajar con ellos y a través de estos instrumentos valiosos se puede utilizar el teatro como una educación no formal que permita enseñarles cosas que están olvidadas como valores, creer en sí mismos y tener una comunicación más sincera y plena, educarlos sin tantos prejuicios y más tolerancia.

¿Va a ser capaz de superar la predilección de los niños por un ocio más sedentario e individualista?
Sí porque ya lo he hecho. El proyecto sale de haberlo probado pero lo ideal es que el niño que venga lo haga porque quiere no porque el horario le venga bien a sus padres. Y sí, una de las aspiraciones de la compañía Imagina es sacarlos de este ocio tan individualista que les hace más agresivos, porque he comprobado que con el teatro se abren mucho a la comunicación.

¿Y qué pasa con el niño que piense que quiere hacer teatro pero no vale? ¿O valen todos los niños?
Todos los niños valen. El teatro es un juego y el único requisito es que haya mucho respeto, si un niño un día no quiere hacer algo pues no pasa nada. Si no lo presionas acabará probando, igual que hacen lo que les prohíbes, funciona como una especie de psicología inversa.

Se la ve muy ilusionada.
Sí, aún no me creo que tenga esta oportunidad y no porque en Menorca no salgan porque hay muchas oportunidades. Pero estoy feliz de aportar algo a Menorca, a la sociedad menorquina, de la que formo parte porque es aquí donde vivo. Es muy lindo tener una oportunidad así.