Si en algo coincidieron ayer los representantes de las diferentes instituciones políticas es que la Escuela de Salud Pública de El Lazareto goza precisamente de eso, de buena salud. En su vigésimo primera edición, la escuela puede presumir de haber esquivado la crisis y es que, este año, ha conseguido aumentar el número de participantes, con una cifra que ronda las 600 personas venidas de distintos países. De hecho, y aunque era una de las principales preocupaciones de la organización, no se ha tenido que cancelar ninguno de los seis cursos programados y sólo se han tenido que anular tres de los diecinueve encuentros debido a otros motivos.
Desde primera hora de la mañana, las numerosas aulas de El Lazareto estaban repletas de profesionales que asistían a los diversos cursos que hacían referencia a la internacionalización de la investigación en salud en la Unión Europea, la medicalización de la vida o la incorporación de la perspectiva de género a la investigación en salud pública, entre otros. Cabe destacar también el "III Encuentro para la excelencia de la investigación en salud pública", el de "Identificación de barreras para la implantación de la evaluación de impacto en la salud" o el de "Evaluación de programas y política de salud pública", todos ellos muy concurridos y puestos en marcha con el objetivo de identificar la principal problemática a solucionar.
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El comedor de El Lazareto acogía a las 14 horas el acto de inauguración de la escuela, un evento al que asistieron numerosas autoridades. Fue la directora, Marisa Rebagliato, quien se ocupó de informar sobre el programa de esta edición, haciendo hincapié en el compromiso de ofrecer una formación de calidad e innovadora.
Por su parte, el conseller de Salud del Govern, Vicenç Thomàs, ha querido remarcar la importancia de que las instituciones apoyen este tipo de iniciativas que ayudan a la reflexión y al debate sobre la salud pública, creando foros de gran importancia y utilidad para el futuro.
El alcalde de Maó, Vicenç Tur, destacó que el puerto de Maó vuelve a ser un punto de referencia nacional e internacional y que la escuela se sigue manteniendo fiel a su espíritu de superación que tan necesario es en momentos como el actual.
Por último, Marc Pons, presidente del Consell, quiso felicitar a la escuela por sus 21 años y al Consejo Académico por su trabajo, ofreciendo el compromiso de la institución para el fomento de esta iniciativa formativa, que apuesta por la mejora de los servicios sanitarios y su gestión.
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