Descubrimiento. Entre especies más o menos conocidas, se ha hallado una colonia de coral negro y comunidades de coral amarillo - icm/csic/jago/geo

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Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del Institut de Ciències del Mar (ICM) de Barcelona y del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Palma ha descubierto una comunidad de coral negro frente a la costa sur de Menorca, lo que representa un hallazgo muy relevante dadas las escasas colonias que existen de este tipo en todo el Mediterráneo.

Así lo corroboró ayer el máximo responsable del operativo "Explorando la biodiversidad del Mediterráneo", Josep Maria Gili, profesor de Investigación del CSIC y subdirector del ICM, quien detalló que se trata de una comunidad de aproximadamente un kilómetro cuadrado situada entre los 120 y los 130 metros de profundidad, situada entre Punta Rabiosa y Son Bou.

Este descubrimiento viene acompañado, además, de otro en relación a "una nueva especie animal" que se podría haber detectado en aguas menorquinas, aunque Gili no quiso adelantar más detalles al precisar todavía de algunas comprobaciones que constaten que es un ser vivo hasta ahora desconocido.

Todos estos hallazgos son considerados por los científicos como muy importantes, y además, sirven para destacar que "es impresionante lo bien conservado que está el fondo marino, y la riqueza tan interesante" que posee.

Esta colonia de coral negro está además, acompañada por ejemplares de coral amarillo, coloquialmente conocido como "candelabro", una especie muy mermada por las redes utilizadas para la pesca.

Proyecto
Estos hallazgos se produjeron hace quince días, durante una de las jornadas de trabajo que el grupo realizó frente al litoral menorquín, a raíz del proyecto Life-INDEMARES, una iniciativa a nivel europeo para recabar información sobre el estado del mar. Un estudio para el que se han elegido diez localizaciones del territorio español incluidas en la Red Natura 2000, con el fin de realizar un inventario sobre las áreas marinas nacionales. Entre ellas se encuentra el Canal de Menorca y Mallorca, una zona que cuenta con una biodiversidad muy rica e interesante.

Entre los pasados 3 y 15 de septiembre se realizó la primera de las prospecciones del fondo marino previstas durante éste y el próximo año, que servirán para determinar su estado de conservación y la diversidad que posee, algo que servirá de conocimiento básico para poder declarar el canal como Área Natural Protegida. "Proteger no es prohibir", afirma Gili, avanzándose a las numerosas críticas que acostumbran a surgir cuando se pretende instaurar esa figura para conservar el fondo marino. "Proteger significa cambiar la gestión que se hace de la zona. Sólo en un 5 o 10 por ciento del área protegida tendrá una protección total, en el resto se podrán realizar actividades respetuosas y sostenibles". En ese punto es cuando adquiere especial importancia el buen estado en que se encuentra el mar menorquín. "Cuanto mejor está el fondo, más permisivas son las condiciones", algo que no debe preocupar a los sectores económicos vinculados con el mar. "Se establecen planes de gestión en cooperación con las cofradías de pescadores", de quienes destacó, en el caso de Menorca, están realizando un buen trabajo. Así, Gili asegura que "no es normal" que las zonas donde se pesca langosta "estén tan bien como están aquí".

Información
Todas las novedades sobre estas investigaciones se pueden seguir en www.recercaenaccio.cat, donde Josep Maria Gili comentará, hasta mediados de octubre, los avances que se produzcan. Igualmente se publicarán fotografías y vídeos del mundo submarino que rodea Menorca.