"Para salir de la crisis hay que formarse y pasar a la acción"

¿Cómo se enfocará el curso este año?
El programa empieza por una parte más cuantitativa en la que se habla de contabilidad, de sistemas informativos o análisis, entre otros, para seguir por una parte intermedia en la que tocamos aspectos de dirección comercial y marketing. La tercera parte es más cualitativa con contenidos de recursos humanos, negociación y dirección general. Como siempre, tendremos charlas con empresarios para que nos expliquen sus experiencias y también invitaremos a antiguos alumnos.

¿Por qué recomendaría que una persona realizara este programa, sobre todo, en tiempos de crisis?
Creo que una persona con un cargo de responsabilidad necesita, en cualquier momento de la historia, adquirir los conocimientos básicos para una correcta gestión de su negocio o, al menos, refrescar esos conocimientos. Este programa lo puede realizar aquella persona sin idea de contabilidad o aquella que sea experta. Nosotros lo basamos en el método del caso, una metodología que se utiliza en la mayoría de escuelas de negocios y que se basa en la exposición de diferentes problemas para aprender de ellos. En tiempos de crisis, formarse es básico para pasar a la acción en la dirección adecuada.

Hablando sobre la creación de negocios, usted se refiere al "análisis del entorno", ¿cree que es algo que, en general, los ciudadanos deberían realizar más?
Es la teoría de la respiración, inspiración y traspiración. Respiración porque hay que empaparse del entorno, ver qué hace la gente, qué es lo que hace falta. Creo que hay que viajar con los ojos abiertos, sea cual sea el destino. Realizar un análisis de las oportunidades que hay.
La inspiración porque hay que tomar una decisión y hay que hacerlo estando formado y con buen criterio.
Y la transpiración es porque hay que sudar la camiseta. Es la parte más difícil pero la más importante. Una vez leí que el número de ideas no es lo importante, sino el número de las que se llevan a la práctica. Yo no conozco otra manera de funcionar, todos tenemos ideas pero hay que trabajar duro para seguir el camino que toca. Un ejemplo está en este Programa de Dirección de Empresas. Hasta que Leopoldo Abadía y yo analizamos, planificamos y lo pusimos en marcha tardamos dos años, pero ahora ya hace cuatro que lo llevamos a cabo.