Thor. El husky fue atropellado y agonizó toda una noche en la perrera sin recibir atención veterinaria - M.C.

TW
0

El pasado 21 de septiembre por la tarde, Mónica Cabrerizo, vecina de Biniancolla, salió a pasear como de costumbre con Thor, un husky de dos años que fue adoptado en una perrera de León. La dueña del perro explica que, debido a la repentina lluvia, ella se adelantó y perdió de vista a Thor, quien ya no regresó a casa.

Tras toda la noche buscando, Mónica se dirigió a su trabajo al día siguiente y llamó a la Policía Local de Sant Lluís para preguntar si se sabía del paradero de su perro, y le informaron de que había constancia de un accidente la noche anterior. Thor fue atropellado en la carretera que une Biniancolla con Sant Lluís, lugar al que acudieron la Guardia Civil y el lacero, persona que debe ocuparse de recoger al animal, llevarlo al Centro de Acogida de Animales del Consell, dar parte al personal de guardia y que éste avise al veterinario de urgencia en caso de necesitarlo.

El caso de Thor es dramático porque, tras el atropello, el perro quedó en un estado lamentable y, a pesar de que el lacero, quien trabaja en Maó, Sant Lluís y Es Castell, anotó que el husky estaba todavía vivo, dejó al perro toda la noche en uno de los habitáculos del centro sin que el animal recibiese atención veterinaria. "En cuanto me dijeron lo del accidente, me fui corriendo a la perrera por si estaba allí, porque nadie me supo decir dónde se encontraba. Aún estaba cerrada, no eran ni las nueve de la mañana. Cuando apareció una trabajadora del centro, comprobamos que Thor estaba allí, y lo que me encontré fue grotesco". Mónica continúa explicando que el estado de su perro era horrible. Una de las patas de atrás colgaba de un hilo, había sangre por todos lados y el animal apenas respiraba. Había estado agonizando durante toda la noche.

Lo cogió en brazos y, tras tener que pagar 36 euros al centro y firmar papeleo, lo llevó de urgencia al veterinario donde, dado su estado, no esperaban que se recuperara. Tras una larga intervención para luchar contra la hemorragia interna, las fracturas y el estómago vuelto, Thor ha conseguido seguir adelante.

Ahora, Mónica Cabrerizo estudia la posibilidad de denunciar al lacero y al Centro de Acogida de Animales del Consell por la falta de atención a su perro. "Un hecho tan cruel no puede quedar así y averiguaremos quién ha sido el que no ha realizado su trabajo. Qué poca responsabilidad en materia de protección animal. La próxima vez, le puede tocar al perro o al gato de otra persona".