Su capacidad de fabricación es de 220 toneladas de aglomerado a la hora y su montaje ha requerido de quince transportes especiales hasta la Isla - Javier

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La planta asfáltica instalada en el Aeropuerto de Menorca deberá producir unas 37.000 toneladas de aglomerado (mezcla bituminosa) para abastecer la obra de reparación y mejora de la pista y las calles de rodadura del aeródromo. En la pista principal se realizará un recrecido de cuatro centímetros para garantizar la seguridad en los despegues y aterrizajes de los aviones, y en la de rodadura se llevará a cabo un tratamiento superficial.

El montaje e instalación de dicha planta por parte de la empresa adjudicataria del proyecto, EOC de Obras y Servicios, S.A., ha requerido de quince transportes especiales, según explicó ayer el jefe de producción de la planta ultramóvil, Juan Cáceres, quien señaló que la fabricación de aglomerado asfáltico en dicha estructura es de 220 toneladas a la hora.

La maquinaria resulta "imprescindible" para el buen desarrollo de esta mejora en las pistas, aseguró el director de obra de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), Alejandro del Pozo, afirmación que corroboró ayer el director del Aeropuerto, Tomás Melgar, durante una visita realizada a la instalación.

El motivo es la elevada exigencia de AENA en el cumplimiento de los plazos previstos para la ejecución de las mejoras y la necesidad de mantener cubiertas en todo momento las necesidades de material, ya que cualquier interrupción de los trabajos alteraría el tráfico aéreo de la Isla, aseguró Melgar.

No obstante, y a pesar de las necesidades de producción de aglomerado en poco tiempo, la adjudicataria también utilizará material de empresas locales, recalcó el director de la obra, Alejandro del Pozo.
Después de unas semanas en las que se ha montado la planta y realizado el acopio de material, las obras en sí comenzarán en noviembre y deberán concluir en junio de 2011. El momento más crítico, el asfaltado de la pista principal, tendrá lugar entre el 2 de marzo y el 12 de abril, un periodo en el que se prevé un menor movimiento de aeronaves y, en consecuencia, se minimizará la repercusión de las obras en el tráfico, manifestó Melgar, ya que en esos momentos deberá de utilizarse la pista de contingencia.

Fuerte desgaste
El aterrizaje de los aviones supone un importante desgaste de la pista, que requiere de frecuentes inspecciones de su nivel de degradación o de sus necesidades de limpieza –las ruedas de las aeronaves pierden caucho en cada toma al contactar con la tierra–, así como de un control anual de laboratorio del coeficiente de rozamiento, algo que en ocasiones también se realiza a petición de los pilotos, explicó Melgar.

La duración de las mejoras que ahora se realizan –presupuestadas en los ejercicios 2010 y 2011– dependerá del tráfico, pero la estimación es que una mejora de estas características –con el fresado e instalación de una nueva capa de aglomerado– no tenga que realizarse antes de diez años. Eso no evita las mejoras puntuales debido, según el director del Aeropuerto, a las exigentes normativas aeronáuticas y en pro de una mayor seguridad.