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Ficha: Manuel Jaén Palacios. Jaén, año 1947. Casado, 6 hijos, 5 nietos. Profesor en excedencia; político en…

Por su impresionante currículum, tanto en el campo de la Educación como en el de la Política, resulta difícil dar con la definición exacta o más apropiada de Manuel Jaén Palacios. Profesor de Enseñanza Secundaria, orientador escolar, licenciado en Filosofía, doctor en Pedagogía, profesor-tutor de la UNED, diputado del Parlament de Balears en 6 legislaturas, senador en representación de la Comunidad Autónoma, delegado del Govern en Bruselas son los más importantes jalones de una vida que en un determinado momento dio un giro que le llevó a la política activa no solo porque le atraía, sino también porque quiso ser consecuente consigo mismo, con su vocación y con su voluntad de servicio.

Llegaste a Menorca, en…
El 69, con 22 años de edad y recalé en Alaior, debido a un error mío porque al solicitar destino, había elegido Balears y Canarias, en vez de consignar Alaró, de Mallorca, puse Alaior y tuve que venirme a Menorca.

Ignoraba que tu primer destino hubiera sido Alaior. ¿Cuántos años estuviste allí?
Primero te diré que tuve que consultar el "Espasa-Calpe" para conocer las peculiaridades de Alaior, ya que lo ignoraba todo sobre dicho pueblo, pero me aclimaté con suma rapidez. Allí estuve durante tres cursos incompletos porque debía concluir la "mili", concretamente tenía pendiente el segundo campamento de las Milicias Universitarias, que realicé en Granada, y el periodo de prácticas.

Y al regresar a Menorca, directamente a Maó.
Efectivamente, al "Toni Joan" del que pasé al "Mateo Fontirroig", como director y en el que estuve durante unos siete años aproximadamente.

Seguidamente viviste una etapa que yo calificaría de "rica en experiencias".
Lo fue. Al crearse el Servicio de Educación Escolar y Profesional, que en cada provincia estaba integrado por dos sociólogos y un pedagogo, las Balears fueron consideradas como tres provincias aunque tanto en Eivissa como en Menorca solo se les asignó un pedagogo, puesto que aquí asumí yo, dependiendo del departamento de Inspección; en esa etapa, con la colaboración de Carmen Quintero (edila del Ayuntamiento de Maó) y de Marcos Carreras inauguramos las Aulas de Educación especial, experiencia de un gran calado humano. Posteriormente y con Alberto Gomila Sirerol, delegado de Cultura del Gobierno, abrimos las "Aulas de la 3ª edad", algo también novedoso porque en el 79 no había nada de nada para este segmento de la sociedad.

En el ámbito privado tampoco paraste. ¿Lo sintetizamos?
Vamos a ello. A principios de los 80 fundé dos academias, una en Portal de Mar y la otra en la calle "General Sanjurjo" (Camí des Castell), en las que se daban clases de idiomas incluso de ruso y de catalán, algo poco frecuente en aquellos años. También fui cofundador, con Santiago Llompart de la Llibreria Catalana, una tienda vanguardista donde las haya. En la propia librería organizamos varias "xerrades" con Jordi Vivet y Pau Faner del que promocionamos sus primeros libros e incluso asumimos el riesgo de vender los libros editados por "Ruedo Ibérico", cuya venta estaba prohibida por lo que debíamos tomar toda clase de medidas para evitar ser "cazados". De aquellos años guardo un muy buen recuerdo.

El salto a la política, creo recordar, lo diste con el Partido Liberal, junto con Pedro Monjo y Antonio Salgado entre otros "promotores", por así decirlo, de dicha formación.
De hecho mi salto a la política lo hice en aquel momento histórico en que todo estaba en ebullición con Íñigo Cavero, Rafael Timoner y demás personajes de aquella etapa; es cierto que estuve presente en los primeros latidos del Partido Liberal, con Pedro Monjo y con Antonio Salgado, partido auspiciado por el inolvidable Joaquín Garrigues Walker y del que posteriormente ostenté su presidencia, sin embargo recordaré que en el "intermedio" y en el Ateneo, organizamos junto con Andreu Murillo y Calvet, entre otros, el Club Liberal, al estilo del "Club Siglo XXI", programamos varias conferencias a las que solían acudir entre 25 a 30 personas; un asiduo de ellas era don Fernando Rubió i Tudurí.

En las elecciones del 83 diste el paso definitivo, formando parte de una coalición de partidos, conocida como "sopa de letras", AP-PDP-UL. ¿Qué te llevó a ésta coalición?
Guillermo de Olives me vino a ver para intentar recomponer UCD; yo le dije que dicha opción carecía de toda posibilidad, que el futuro estaba en "un gran partido, sin Fraga, de centro derecha con marchamo europeo"; recordarás que así lo definía Óscar Alzaga; luego fue Victoria Florit quien se puso en contacto conmigo y me incorporé, como independiente, a la "sopa de letras".

Incluso llevaste la campaña de dicha formación, ¿cierto?
Del todo, y añadiré que fue una campaña muy novedosa, muy bonita y que considero como un aprendizaje para futuras "batallas". En dichas elecciones salimos elegidos Joan Huguet, José Allés, Fernando Saura y yo. Aquí, en el Consell Insular, Tirso Pons salió elegido presidente y Gabriel Cañellas obtuvo la presidencia del Govern balear.

En la siguiente convocatoria electoral el panorama no sufrió alteración, Govern "popular" y Consell socialista, pero vosotros ganasteis un nuevo "escaño".
Así sucedió, Joan Huguet, Fernando Saura y yo repetimos, los nuevos fueron Narciso Tudurí y Lluís Coll, pasando de cuatro a cinco consellers.

El estilo y las circunstancias eran otras, pero ¿cómo lo resumirías?
Diciendo que se incidía más en lo local que en lo autonómico dado que habíamos heredado las competencias de la antigua Diputación, pero las relaciones personales eran exquisitas e "íbamos haciendo camino".

Cuatro años después, Gabriel Cañellas repetiría pero aquí, en Menorca, os faltaron 89 votos para conseguir la mayoría absoluta. Integrabais el "equipo" Joan Huguet, Francisco García Olives, tú, Lluís Coll, Cristóbal Huguet y Antonio Pons Villalonga. El "cabeza de lista" del PSOE era Albert Moragues, que asumió la presidencia, que cedió a Joan Huguet al producirse la moción de censura, con Jaume Peralta de protagonista; tú fuiste parte importante en dicha "cuestión". ¿Cómo la recuerdas?
Lo recuerdo todo y como si fuera ayer porque yo fui quien llevó a cabo dicha "operación". Desde el primer momento nos propusimos planificar dicha "maniobra" política y en base a ello montamos la estrategia más adecuada. Hicimos un seguimiento, día a día, de cuanto venía sucediendo en el Ayuntamiento de Es Castell y aprovechándonos de las malas relaciones existentes entre Borja Carreras, Secretario General del PSOE en Menorca y Jaume Peralta, alcalde de Es Castell, la llevamos a feliz término.

Que se consumó porque tuvisteis todos los elementos a vuestro favor.
Efectivamente. Las conversaciones con Peralta eran cosa mía, las llevaba con total libertad, incluso firmamos, él y yo, dos documentos de intenciones, el primero lo rompí para reemplazarlo por otro más concreto, incluso en el año 91, durante el "paseo" desde la iglesia de Es Castell al Ayuntamiento, anterior al jaleo del día de Sant Jaume, él y yo cerramos el pacto… añadiré que el PSOE nunca creyó que la moción se llevara a cabo ni que, de producirse, tendía el desenlace ni la repercusión que tuvo.

El pacto, en su desarrollo posterior, ¿ocasionó algún problema?
Ninguno y además ofrecimos una imagen diferente de la que era habitual, todo lo cual nos permitió gobernar, con mayoría, tras las elecciones del 95, en que el elegido como presidente insular fue Joan Huguet.

En realidad tú fuiste el "hombre fuerte" en aquellos años de gobierno "popular". ¿Qué destacarías de esta etapa?
Bastantes e importantes cosas; ten en cuenta que contábamos con el apoyo del Govern y que en Menorca, excepto Maó y Ferreries los ayuntamientos eran también "populares". Detallar todo lo hecho es tarea complicada pero destacaré la mejora en la gestión y algunas actuaciones concretas tales como la mejora de la carretera de Monte Toro, la adecuación de las torres de vigilancia costera, el arreglo de varios tramos del Camí de Cavalls, la inauguración del Parque de Bomberos en Maó, el reciclaje de basuras, la colaboración con los ayuntamientos pequeños, en fin, muchas cosas gracias, en gran parte, al buen hacer del personal, de los funcionarios del Consell, todos ellos de una probada profesionalidad y pese a dejar en el tintero a muchos de ellos recordaré a las dos Pilar Mir, puesto que había dos con el mismo nombre y apellido y a Juana Tutzó.

Con Joan Huguet en Palma y tú ejerciendo de senador en Menorca entrasteis en una espiral peligrosa, incluso los hay que afirman que aquello fue "el principio del fin".
Tengo que decir que fue así porque todo un cúmulo de circunstancias hicieron que perdiéramos el "pálpito" de la vida menorquina. Nos faltó sopesar el día a día, y todo cuanto se produjo con posterioridad propició lo que señalas como "el principio del fin" con las dificultades añadidas a la hora de confeccionar la lista electoral, pero lo sucedido solo sirve de recordatorio y experiencia pero no hace que las aguas vuelvan a su cauce.

Tu bagaje, a lo largo y ancho de tu "carrera política" es amplio y complejo. ¿Lo analizamos a grandes rasgos?
He sido diputado del Parlament de les Illes desde 1983 hasta el 2007, es decir, durante seis legislaturas, en una de ellas, en la comprendida entre el 91 y el 95 fui portavoz. Del Consell Insular de Menorca he sido conseller desde 1983 hasta 1999, con el añadido de portavoz de mi grupo del 83 al 91; vicepresidente (1991-1995) y, como dato curioso, en el 2003 fui conseller del Insular de Mallorca… recordarás que también he sido senador en representación de la Comunidad Autónoma durante seis años, desde el 95 hasta el 99 y cerré mi "ciclo político" en Bruselas en que ostenté el cargo de Delegado del Govern Balear desde el 2003 al 2007, habiendo sido designado (2004/2007) miembro del Buró del Comité de las Regiones de la Unión Europea.

Hay muchos que te consideran el político menorquín con una "mejor visión de la jugada", eficaz o eficiente y con una excelente preparación. ¿Piropo o realidad?
Mi respuesta debe ser de agradecimiento a quienes piensan así pero que cada uno me juzgue como considere oportuno. Yo entré en la política porque creía en ella y me convertí en profesional de la misma, lo hice con todas las consecuencias habidas y por haber, incluso afirmaré que entré en ella con satisfacción y salí reconfortado tal vez porque siempre trabajé al máximo, lo que es mi norma y forma de ser.

Desgraciadamente, hoy parte de la clase política está desprestigiada, actuaciones personales intolerables hace que se haya generalizado dicha apreciación. ¿Qué ha sucedido o está sucediendo?
Que a la política han accedido personajes que carecen de un currículum profesional que les avale, aquello del último de la clase ha cobrado vigencia y sin querer decir que los "primeros", por el simple hecho de serlo, han de ser los mejores gestores, debería ser exigible y aconsejable una cierta categoría y una preparación adecuada. Quienes hemos tenido la oportunidad de trabajar con políticos de la talla, cual es mi caso, de un Félix Pons entienden a lo que me refiero. Además me preocupa que muchos de los que están instalados en ella quieran aferrarse a sus puestos porque saben que fuera de ella, trabajando en su parcela profesional, ni ganarían lo que están ganando ni disfrutarían del status social en que se desenvuelven, de aquí que, como otros muchos, demande un retorno a los orígenes.

¿Te duele España?
Me duele tanto o más que a muchos españoles… Últimamente he vuelto a leer "La España invertebrada", de Ortega y Gasset y muchas de las circunstancias que analiza son muy parejas a las actuales. Aquí, lo que no ocurre por ejemplo en Grecia, es que a pesar de estar formada por una gran cantidad de islas tiene asumida la vocación y la realidad de país. Aquí, repito, nos falta asumir este sentimiento, yo diría que nos falta y nos urge un proyecto de país.

Sin embargo, y a pesar de las voces disonantes y en ocasiones "plañideras" en la España de las Autonomías, hemos alcanzado cotas de autogobierno impensables.
¡Y que lo digas! En los primeros albores de la Democracia nadie, ni el más separatista, hubiera podido imaginar que en Euskadi o en Catalunya, e incluso en otras Autonomías el autogobierno hubiera llegado tan lejos, pero sin un sentimiento de país y de lo que significan los "signos" nacionales, fundamentado todo ello en un proyecto común, resulta difícil ensamblar un "todo" que funcione con la precisión exigida a un estado moderno.

Me imagino que la crisis, con sus secuelas negativas, debe preocuparte, sobre todo teniendo en cuenta que hay gurús y economistas que afirman que puede llevarnos incluso a una situación similar al "corralito" argentino.
Entre los países de la América latina y los europeos, los de la Unión Europea, existe una gran diferencia. Aquí, en Europa, no permitirían que algo semejante al "corralito" sucediera. En cuanto a la crisis en sí, que considero será pasajera, mi deseo es que los "cadáveres" que vaya dejando, sean los menos posibles, porque me angustia el paro y sus consecuencias negativas.

Durante el mandato como senador visitaste varios países extranjeros para interesarte por la situación de los presos españoles en el extranjero. ¿Misión gratificante?
Y aleccionadora porque no puedes imaginarte el lamentable estado de las prisiones en países como Venezuela, Colombia, Marruecos y otros muchos, sin embargo lo que más me impactó fue visitar el "corredor de la muerte", experiencia que viví en tres ocasiones y el ruido de las celdas al cerrarse, al igual que el silencio que llegas incluso a palpar, es algo que todavía perdura en mi mente. Para mí, estos fueron los momentos más impactantes que he vivido.

¿Te ilusiona volver a tus clases de Filosofía en la UNED? Te lo pregunto porque todavía hay alumnas que las recuerdan con gran satisfacción.
Dejé de dar clases por lo que ello comporta ya que no se trata de cumplir con el horario lectivo sino que debes ser riguroso contigo mismo, lo que te exige el preparar las clases concienzudamente para que estas sean amenas y asequibles para los alumnos, y directamente relacionado con tu exposición te contestaré que conservo mi status de profesor-tutor de la UNED, aunque en excedencia.

Educar ¿significa…?
Hechos y no palabras, porque el ejemplo enseña más que "mil asignaturas".

Dudo de que Menorca haya encontrado su camino. ¿Compartes mi apreciación?
La comparto… aquí también falta un proyecto de isla y gente preparada y capaz de contagiar su ilusión para llevar a cabo un cambio radical partiendo de una autocrítica en que reconozcamos los errores cometidos y admitamos las sugerencias externas de gente que nos analiza con profesionalidad y cariño. También la clase política debe reaccionar, no permanecer anquilosada sin capacidad para ser lo suficientemente dinámica para que proyectos como, por ejemplo, el de "Can Sart" no precisen de cuatro años y medio para obtener todos los "papeles" necesarios para su puesta en funcionamiento, pero claro, ello requiere hombres y mujeres que estén en la política para servir no para servirse.

Como resumen, diré que, aunque moderadamente optimista, eres, al propio tiempo, exigente.
Sí, exigente con todos porque la crisis, que sigo diciendo será temporal, para superarla exige que todos nos sacrifiquemos y que si nos hemos apretado el cinturón todavía debemos ceñírnoslo más, al menos tres agujeros.

A punto de ampliar la nómina de tus nietos con la llegada del sexto, ¿qué le pides a la vida?
Para mí nada porque ya me ha dado bastante, pero para los míos lo mejor, aunque sé que tanto para ellos como para el resto de la humanidad, el futuro no se presenta fácil, al contrario, complicado, pero al menos que sepan afrontarlo con la mejor de sus sonrisas.

Puse el cierre por "imperativo legal"; porque hubiera podido seguir narrando lo mucho que Manuel Jaén Palacios aportó a la entrevista ("conversa entre amics"), ya que sus constantes vitales, las de siempre, siguen en activo y las experiencias vividas dan para mucho.