Menorca. Los pasajeros se disponen a pasar por el antiguo control del Aeropuerto entre las indicaciones del personal de seguridad - Archivo

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Mientras la diputada del Grupo Popular en el Parlament balear, Misericordia Sugrañes no descarta presentar una reclamación contra Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) tras resbalar descalza y fracturarse el codo el pasado miércoles en el control de seguridad del Aeropuerto de Menorca, fuentes de este organismo estatal confirmaron ayer que a finales de este año o principios de 2011 instalará en la terminal menorquina tres máquinas para inspeccionar el calzado sin necesidad de descalzarse.

Los nuevos dispositivos pretenden elevar los niveles de seguridad de las instalaciones y a la vez reducir las molestias que estas revisiones causan a los pasajeros. Estarán ubicados en los arcos detectores y serán un complemento a los mismos puestos a disposición del personal de seguridad. Los nuevos aparatos se utilizan en el caso de que los arcos de seguridad detecten algún material en el calzado para evitar que el viajero se quite los zapatos.

AENA precisó, no obstante, que los nuevos dispositivos no evitarán al cien por cien que algún pasajero deba descalzarse sino que simplemente permitirán una inspección más selectiva. Además, si el calzado utilizado por el viajero tiene mucho tacón o plataforma, o si se considera necesario, el personal de seguridad puede pedir a la persona que se descalce y pase los zapatos por las máquinas de Rayos X para mejorar su inspección. Este dispositivo de seguridad ya se utiliza en otros aeropuertos españoles y según AENA la ausencia de ellos en la terminal menorquina se debe a que su instalación se está llevando a cabo "por fases" en los aeródromos españoles.

La caída de Sugrañes sucedió cuando fue obligada a descalzarse para pasar el control y cuando caminaba con los protectores de plástico que proporciona el personal de seguridad. Al parecer resbaló con el "piso mojado" según indica el informe de incidencias del Aeropuerto -aquel día llovió-. La diputada fue evacuada al Hospital Mateu Orfila, donde fue intervenida de urgencia. Para Sugrañes, la noticia de la instalación de los nuevos dispositivos de seguridad es un hecho positivo, aunque lamenta la tardanza.

"Si la rotura de mi codo ha servido para que la cosa se mueva y como ya sucede en otros aeropuertos pongan el nuevo sistema, la doy por buena, pero si en cambio esta instalación se ha decidido dentro de un programa por fases, sólo demuestra que en Menorca somos los últimos de la fila en mejoras", comentó. Fuentes de AENA recalcaron que el accidente del pasado miércoles fue un "caso aislado" teniendo en cuenta que por la terminal menorquina pasan cada año 2,5 millones de pasajeros. "Es la primera vez que una persona sufre un accidente de este tipo en la zona de filtros", subrayaron.

Algunos pasajeros consultados ayer por el "Menorca" poco antes de embarcar en el Aeropuerto comentaron haber sido testigos de algún que otro resbalón sin consecuencias de viajeros descalzos en la zona de seguridad de este y otros aeropuertos. Pero en su mayoría y tras sugerir la instalación de un pavimento antideslizante reconocieron la necesidad de extremar las medidas de seguridad aérea, como el caso de la valenciana Sandra Quijal "Reconozco que es incómodo, pero si es por seguridad, se hace más llevadero". Incluso para la viguesa Asunción Iglesias, el chequeo del filtro se ha convertido en un acto más del viaje. "Estoy habituada. No es tanto, sólo hay que tomar conciencia de que es necesario", apuntó. "Lo tengo asumido. La seguridad es esencial", señaló el barcelonés Raúl.

No obstante, también hay viajeros que no están del todo convencidos del valor de tanta inspección. "No sé si con los controles evitarán lo que buscan. Por experiencia puedo decir que a veces he llevado encima una navaja de cuatro centímetros de hoja y nadie me ha dicho nada", comentó el navarro Koldo Colomo. Para la menorquina Aurora, los controles son, además de "innecesarios", "una manera de molestar" al pasaje. Su compañera de viaje, Zoraida -que ayer calzaba botas y tuvo que quitárselas al pasar el control- sugirió la instalación de sistemas menos molestos y una mayor colaboración por parte del personal de seguridad. "A veces es difícil moverte con tantas cosas en las manos. Es un engorro y además a veces también he tenido que descalzarme con zapatos abiertos. No lo entiendo. Deberían buscar un sistema que de facilidades al viajero", indicó.