Alaior. Una decena de voluntarios de Cruz Roja se afanaban ayer en una nave cedida por A. Palliser para preparar los lotes de alimentos - Gemma Andreu

TW
0

La difícil situación económica que soportan muchas familias menorquinas sigue ofreciendo una imagen desoladora y apenas hay que rascar demasiado. En lo que llevamos de año, la demanda de alimentos en las sedes de Caritas Diocesana de Maó y Ciutadella se ha triplicado, un desesperado grito de ayuda que se escucha desde hace meses en la misma medida que en el resto de sedes menorquinas de la entidad.

Aunque el número de personas beneficiarias de las ayudas y servicios de Caritas Menorca (cerca de 1.000) permanece estable tras el incremento del 20 por ciento experimentado el año pasado con relación a 2008, las demandas no dejan de crecer. De hecho, las peticiones de ayuda relacionadas con la vivienda, para pagos de recibos de luz y agua también se han triplicado, mientras que las asistencias para medicinas y productos relacionados con niños pequeños también se han doblado. Desde Caritas confiesan estar desbordados, una voz de alarma que no es nueva en los últimos tiempos. "No podemos abarcarlo todo", reconocen con pesar "nuestros recursos son limitados", añaden, al tiempo que destacan el aumento de las familias españolas que recurren a las redes de apoyo social, si bien algo más del 60 por ciento de los peticionarios siguen siendo inmigrantes. La crisis se está cebando con los más débiles y aquellas familias cuya situación económica dependía de un trabajo de temporada, apenas pueden ahora cubrir sus necesidades más básicas al agotar incluso las prestaciones sociales.

Sin visos de mejora en 2011
Lo más preocupante, según advierten desde Caritas es que el número de atenciones durante 2011 podría seguir aumentando. La crisis hará que la cifra de personas pobres o en situaciones frágiles siga incrementándose.