Depuradora. Si no realiza tratamiento terciario el agua no puede usarse para regar, aunque se puede verter con seguridad en mar abierto - Archivo

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Menorca depura una gran cantidad de agua. Sus índices superan la media española, y también lo hace en porcentaje de agua tratada de la que se eliminan nitrógeno y fósforo, es decir, el llamado tratado terciario que a cierto nivel permite que esa agua se reutilice. En este aspecto, Menorca está doce puntos por encima de la media española. A pesar de eso, a día de hoy en la Isla sólo se puede reutilizar uno de cada cinco litros de agua depurados, y no por falta de instalaciones, sino por escasez de demanda.

Así se desprende de la información facilitada por el Govern balear. Las plantas depuradoras instaladas en Menorca tienen capacidad para tratar 43.115 metros cúbicos de agua al día. De esta cantidad, sólo un 20 por ciento (8.875 metros cúbicos) recibe un tratamiento que permite que el agua que sale de la depuradora sea reutilizada para el riego. El director general de Recursos Hídricos del Govern balear, Antoni Rodríguez, entiende que estas cifras se ajustan a la necesidad de Menorca. "Hacer más tratamiento terciario del que es necesario simplemente es gastar más dinero para nada", concluye. Y es que falta quién quiera reutilizar el agua que pasa por los filtros de las estaciones depuradoras.

A día de hoy, en la Isla solamente hay una comunidad de regantes constituida, la del Camí de Tramuntana, en Es Mercadal, e incluso esta organización funciona aún en periodo de pruebas, a la espera de que las administraciones les cedan las instalaciones de manera definitiva. Cuatro comunidades de regantes más están en fase de constitución, dos para reutilizar el agua de la depuradora Ciutadella Sur, otra en la Font de Santa Catalina y otra más en Es Castell. "A veces no hay más reutilización de agua depurada simplemente porque no hay demanda de ella", asegura Rodríguez, y esto parece ser lo que pasa en Menorca. "Aquí hay más oferta que demanda", sentencia.

Con esta situación, el Govern balear mantiene su política de depuración de aguas en Menorca. Y en este sentido, que un 38 por ciento del agua que se puede tratar en las depuradoras de la Isla reciban un trato secundario no supone problema alguno para Antoni Rodríguez. "Se ha creado un mito con el tratamiento terciario en la depuración. Si se hace un buen secundario, el agua que sale de la depuradora se puede verter al mar sin ningún riesgo, eso sí, siempre que el vertido se haga en zonas de mar abierto, no en espacios cerrados donde los elementos químicos del agua depurada sí podrían alterar el hábitat marino de la zona a la que va a parar el agua tratada", explica el director general.

"Nos sale a cuenta regar con agua depurada"

Nueve fincas se benefician a día de hoy de la comunidad de regantes que reutiliza el agua tratada en la estación depuradora de Es Mercadal. Las instalaciones funcionan, a pesar de que aún no les han sido entregadas de manera definitiva las obras que en su mayor parte costeó el Ministerio de Agricultura dentro de su Plan de Regadíos. El símbolo más visible de esta comunidad es la enorme balsa ubicada en los márgenes de la carretera de Fornells. Allí se almacena el agua depurada que después se canaliza hasta las fincas beneficiarias.

El presidente de la comunidad, Pere Pons, explica que a pesar de estar funcionando en régimen de pruebas, "la iniciativa es todo un éxito, y nos sale bastante a cuenta utilizar el agua depurada". Ésta ha sido la segunda temporada en la que han usado el producto procedente de la depuradora, y aseguran que uniendo el esfuerzo de las nueve fincas se gana eficiencia y eficacia en la gestión de los recursos.

Aunque aún no tienen definido totalmente el sistema de funcionamiento, sí tienen claro que cada una de las fincas tendrá unos costes fijos (mantenimiento de las instalaciones) y unos variables, que dependerán del consumo que haga cada uno de los usuarios.