GESTIÓN SOSTENIBLE. Los establecimientos de Punta Prima son pioneros en reutilizar el agua depurada - Archivo

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Los hoteles de Punta Prima se han convertido en un referente en la Isla por la reutilización del agua depurada para el riego de jardines y para las cisternas de los sanitarios. Un establecimiento hotelero puede llegar a ahorrar entre un 40 y un 50 por ciento de su factura con el uso del caudal tratado. La Comunidad de Usuarios de Aguas Depuradas de Sant Lluís tiene la concesión de la Dirección General de Recursos Hídricos para el uso de un máximo de 200.000 metros cúbicos anuales de aguas depuradas para el riego de zonas verdes públicas, jardines privados y cisternas de wc en complejos hoteleros. La Conselleria Balear de Medio Ambiente autorizó la concesión el 4 de abril de 2001, desde entonces se suministran al año desde los 51.711 metros cúbicos del primer ejercicio a los 67.458 del año pasado.

Esta comunidad de usuarios está integrada por el Ayuntamiento de Sant Lluís, el Grupo de Empresas Alonso Marí, Bada Badoc, la Era Grande y Aigües Sant Lluís. Esta última empresa forma parte como comunera y gestora de la entidad, que tiene la concesión de la reutilización de las aguas depuradas procedentes de la estación depuradora del municipio.

Los objetivos de la Comunidad de Usuarios de Aguas Depuradas de Sant Lluís son la ampliación de la red para poder dar servicio a nuevos suministros e incrementar el consumo de agua depurada para poder rebajar su coste (y por tanto su precio final) y hacer atractiva la reutilización de estas aguas. Una de las prioridades para la entidad es hacer una gestión sostenible del agua. "Haciendo extensible su uso se produce un beneficio ecológico claro, ya que la extracción de agua potable que se haría, es sustituido por aguas residuales depuradas de calidad", explican fuentes de Aigües Sant Lluís. La comunidad actualmente cuenta con una estación de bombeo que recoge el agua de tratamiento terciario de la EDAR de Sant LLuís y lo envía a un depósito regulador de 800 metros cúbicos de capacidad. A través de 7,6 kilómetros de tuberías se distribuye el caudal a los diferentes puntos de suministro de la urbanización de Punta Prima y Biniancolla.

SANT TOMÀS, aún pendiente
En este caso, la urbanización de Es Migjorn Gran cuenta desde el año 2000 con una red de distribución de aguas depuradas para el riego de jardines. Según fuentes consultadas, esta red fue costeada por los propietarios de viviendas unifamiliares y establecimientos hoteleros, quienes lamentan que a día de hoy aún no se haya abierto la llave de paso. Los afectados denuncian que consumen 135.000 toneladas de agua de acuífero mientras se desaprovecha el caudal de la EDAR, que termina en el mar. A parte están las comunidades de regantes en vías de constitución.

El GOB aboga por separar las aguas industriales para poder reutilizar
El GOB destaca que la única experiencia efectiva en la Isla en la reutilización del agua depurada funciona en Punta Prima. "Este tipo de sistema de reutilización para el riego de zonas verdes es el más factible y sencillo para aplicar en Menorca", señala Miquel Camps.
Explica que el problema del agua en la Isla es el elevado índice de sal, que permanece después de ser depurada, por lo que si se usa para el riego agrario "puede repercutir en la desertificación del campo y para salinizar más los acuíferos". Indica que en la balsa de la EDAR de Es Mercadal "se están haciendo pruebas para reutilizar el agua depurada para el riego agrícola", como también en la proyectada en la EDAR de Maó-Es Castell "se detecta una elevada salinidad en el agua para que pueda ser reutilizada para el campo". A este problema, según Camps, se añade el hecho de que en Ciutadella y Maó las aguas industriales se mezclan con las aguas residuales domésticas. "Es necesario que las aguas industriales sean tratadas por separado para evitar la contaminación de acuíferos", dice. La presencia de sustancias químicas hace que "en la reutilización podría ser peor el remedio que la enfermedad". Según el GOB, la reutilización más efectiva sería destinar las aguas depuradas al riego de zonas verdes públicas, jardines de establecimientos turísticos y para las cisternas de los wc. El colectivo ecologista explica que las depuradoras tratan la materia orgánica (nitratos), pero no la salinidad del agua ni la presencia de contaminantes.