La secretaria general, Antònia Florit, junto a las coordinadoras Majo Casasnovas y Mar Pons - Javier

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Las casas de acogida que gestiona Caritas Diocesana de Menorca han atendido en lo que va de año a 162 personas. Esta cifra es inferior a la de 2009, cuando las dos casas (una en Maó y otra en Ciutadella) llegaron a cobijar a 255 personas sin techo a lo largo de todo el año.

Este descenso (a pesar de que faltan aún por contabilizar las personas que serán atendidas hasta final de año) "no es síntoma de que las cosas vayan bien sino que las necesidades son otras", destacaba ayer Antònia Florit, secretaria general de Caritas. Y es que aunque el número de solicitudes para incorporarse a una casa de acogida no es superior al año pasado, según la entidad solidaria, se contempla una clara ampliación del tiempo de permanencia en los hospedajes debido al contexto de crisis socioeconómica que asola la Isla y que por tanto dificulta enormemente la inserción de personas en situación de exclusión social.

De esta manera, si el tiempo habitual de permanencia es de quince días, actualmente algunas personas llegan a ser alojados hasta tres meses. Este hecho provoca que las casas de acogida, que cuentan con doce plazas cada una, no puedan ofrecer una cama a todas las personas sin techo de la Isla.

Ante esta situación, Antònia Florit destaca que han aumentado las necesidades básicas y de subsistencia de las personas más vulnerables por lo que "son necesarios otro tipo de recursos más integrales y no tan temporales como lo son las casas de acogida, ya que desde este servicio no se puede dar respuesta al cien por cien de las demandas". A su vez, manifiesta que cuando alguien recurre a una casa de acogida significa que aún no ha tenido la oportunidad de encontrar un hogar, un trabajo y una regularización de su vida.

Hay que tener en cuenta que los usuarios salen a las ocho de la mañana y no pueden regresar hasta las siete o las ocho de la tarde, según la casa. "Pasan demasiadas horas en la calle, la sociedad debería preocuparse más por estas situaciones y ver cómo encontrar soluciones reales para aquella persona invisible, excluida y rechazada por la sociedad". Cabe recordar que en 2008 se atendieron 258 personas y en 2007 llegaron a cobijarse 296 beneficiarios.

Según avanzó ayer la coordinadora del área social de Caritas, Mar Pons, el perfil del usuario de estas casas de acogida atendidas responde a varones entre los 25 y los 45 años de edad, con baja calificación profesional, con dificultades para obtener ingresos y que han sufrido rupturas a nivel económico, social y familiar. A su vez, constata una equiparación entre el número de personas inmigrantes y españolas atendidas por Caritas.

"Cap persona sense llar"

Caritas Diocesana de Menorca se une a la campaña de sensibilización "Cap persona sense drets. Cap persona sense llar" que organiza Caritas Española, FACIAM y la Federación de Entidades de Apoyo a las Personas Sin Hogar y, que a su vez, se enmarca en el Año Europeo contra la pobreza y la exclusión social.

Desde Caritas Menorca han organizado esta campaña en torno a tres ámbitos de actuación. Por un lado, una denuncia ante esta situación, por otro, la presentación de una serie de historias de vida para dar a conocer a la sociedad personas en situación de exclusión y, finalmente, actuaciones, es decir, estrategias alternativas que se pueden emprender para poner fin a esta situación.

De esta manera, Caritas organiza una serie de actos que comienzan el próximo miércoles con la participación en el foro interno sobre la pobreza que convoca Editorial Menorca.

Del jueves 25 al sábado 27 se ubicarán en las calles de Maó y Ciutadella una serie de siluetas realizadas por el artista Josep Moncada. Se trata de un acto simbólico para que la sociedad convierta en visibles aquellas personas invisibles.

Finalmente, el mismo sábado 27 se llevará a cabo la lectura del manifiesto. En Ciutadella será en la Plaça de la Catedral y en Maó se realizará en la Plaça Colón o la Plaza Real, a las 11 horas.