La caída de ingresos y la imposibilidad de recurrir a la deuda para financiar inversiones han situado al Consell en una situación complicada a la hora de elaborar los Presupuestos de cara al próximo ejercicio. El conseller de Servicios Generales, Biel Subirats, señaló ayer que la única salida pasa por realizar un esfuerzo general y significativo de reducción de gasto.
En concreto, los recursos de la administración insular descenderán entre un 5 y un 6 por ciento con respecto a 2010, en que el Consell gestiona 98,5 millones de euros. No obstante, Subirats recalcó que estas cifras son orientativas ya que su departamento se encuentra inmerso a día de hoy en la elaboración de los presupuestos que, según lo previsto, se aprobarán antes de las próximas fiestas navideñas.
Subirats indicó que el objetivo de las cuentas públicas de 2011 es garantizar los programas de carácter social y el apoyo económico a sectores punteros de la Isla como el calzado y la bisutería.
El conseller avanzó también que se está intentando optimizar al máximo los recursos disponibles. De este modo, se reducirán las partidas de aquellos programas o servicios que puedan funcionar con menos recursos sin que se vea afectado el resultado final que recibe el ciudadano.
INVERSIONES
Subirats confirmó que la gran mayoría de inversiones previstas tendrán cabida en los presupuestos de 2011. "El descenso de recursos no afectará tanto a las inversiones como habíamos previsto en un primer momento", admitió el conseller.
En este sentido, indicó que los proyectos de más peso están garantizados mientras que el resto de inversiones prioritarias habrán de ser financiadas con recursos propios de la administración insular. "Los proyectos que no puedan financiarse con recursos propios no tendrán cabida en las cuentas públicas del próximo año porque no tenemos la opción de recurrir a operaciones de préstamo", apuntó Subirats.
Por otro lado, el conseller señaló la necesidad de realizar un esfuerzo para respaldar las inversiones productivas que tengan un retorno sobre la actividad económica y que "ayuden a configurar un nuevo modelo productivo". "Se trata de exprimir al máximo la poca capacidad que tenemos como institución", matizó Subirats.
El conseller recordó que el Consell "no es una administración que tenga capacidad de generar ingresos" y, por tanto, tiene "un alto nivel de dependencia" de otras instituciones, especialmente del Gobierno central y del Govern balear.
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