OBRAS. El avance de las obras permite ver cómo quedará el muelle de ribera, que ya cuenta incluso con varios norays - Cris

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El conseller de Obras Públicas Jaume Carbonero ha marcado en su calendario el mes de mayo en color rojo. Será entonces cuando entre en funcionamiento el dique de Ciutadella, según aseguró ayer en su visita a las instalaciones. El conseller entiende que en esas fechas las instalaciones marítimas estarán acabadas, y que en tierra ya estará a punto la estación marítima provisional y también el vial que comunique el dique con la Ronda Sur.

De hecho, en su visita de ayer Carbonero presentó la propuesta definitiva de vial, una solución técnica que evita la interrupción de la comunicación entre Son Oleo y Sa Caleta. Una rotonda permitirá distribuir el tránsito procedente de estas dos zonas, y también el que salga de la estación marítima y el que acceda a ella mediante una nueva vía de 415 metros de longitud. Para el conseller, que a la vez es presidente de Ports de les Illes Balears, "el cuello de botella actual para la operatividad del nuevo puerto es el vial, y no entiendo que se proyectara una infraestructura de este calado sin prever un vial para evacuar el tránsito. Por eso, y como es más que probable que el mayo ya lleguen barcos al puerto, había que agilizar el vial porque sin él el dique no tendría mucho sentido".

El nuevo vial costará 1,8 millones de euros, unos 200.000 menos que la propuesta inicial, y desde el momento en que empiecen las obras se tardará un máximo de dos meses y medio en construirlo. Ahora se está redactando el proyecto ejecutivo, paso previo a la licitación de las obras. Carbonero explica que ya hay una propuesta de acuerdo para aquellos propietarios que deberán ceder los terrenos a Ports, pero que si no es posible el acuerdo, se decretará la urgente ocupación de los terrenos del vial, para que esta obra no retrase la entrada en funcionamiento del dique.

La otra infraestructura que permitirá la operatividad del nuevo puerto es la estación marítima provisional. Sobre este proyecto, cuya concreción y ejecución ha sido adjudicada recientemente a Ferrovial, Jaume Carbonero explicó que "aún falta afinar más en el tema de la ambientalización, puesto que queremos que el puerto tenga un carácter más natural y verde que las instalaciones habituales, y por eso creo que tenemos que incrementar la masa verde y el arbolado". Con este proyecto provisional, el conseller cree que "tendremos unas instalaciones dignas para que los barcos de pasajeros y de carga operen con el apoyo adecuado".

El conseller abordó ayer otras cuestiones relacionadas con el sector portuario. Carbonero aseguró que la reordenación del puerto interior no podrá llevarse a cabo este verano, puesto que no hay tiempo material para ejecutar las obras antes de la temporada turística. El presidente de Ports se refirió a la propuesta de reordenación presentada la pasada semana, y aseguró que las obras que se deriven de ella serán financiadas por el ente público. Lo que aún no se sabe si seguirá en manos de Ports es la gestión de los amarres nuevos que se crearán en el actual muelle comercial. A pesar de que en marzo aseguró en una visita al dique que no serían gestionados por el sector privado, ayer no fue tan contundente.

Defendió que "la idea es que Ports gestione la mayoría de los nuevos amarres", pero interpelado sobre la posibilidad de que el sector privado participe en esta gestión, respondió que "es una tentación, y aunque no soy partidario de caer en ellas, aún no sabemos qué pasará".