Berenice Celeyta. Presentó el documental "La Defensora" en Maó - Javier

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Berenice Celeyta Alayón vive amenazada de muerte por grupos paramilitares de Colombia, su país, donde lucha incansablemente como defensora de los Derechos Humanos. Paz con Dignidad ha realizado un documental, dirigido por Aitor de Miguel, que trata de la experiencia de Berenice, que lo presenta personalmente por distintos lugares del mundo. Ha estado en Madrid, Mallorca y vino ayer desde Eivissa para explicarlo y proyectarlo en el Ateneu de Maó al haber sido invitada por Amnistia Internacional de Menorca que colabora con Paz con Dignidad. Biel Olivar, coordinador de Amnistía en Menorca, observó ayer cómo la defensora de los Derechos Humanos colombiana se sentía relajada en la Isla, "no me acostumbro a andar por la calle sin tener que mirar atrás a cada momento", dijo a sus acompañantes.

¿De qué trata el documental "La Defensora"?
Su trama está centrada en la realidad colombiana y la violación de los Derechos Humanos a través de la historia de uno de sus muchos defensores, que soy yo, y que estamos amenazados de muerte por la labor que hacemos. Hay escenas de la vida cotidiana del defensor, del acompañamiento de comunidades indígenas y campesinas, afrodescendientes, obreros, sindicalistas, y también profundiza de alguna manera en las razones estructurales del conflicto que vive mi país. Tiene elementos importantes de análisis sobre quienes pueden ser los responsables intelectuales y materiales de los crímenes y finalmente abre la posibilidad a la esperanza que tenemos los colombianos de que haya paz con dignidad en nuestros pueblos.

¿Cómo vive un defensor de los derechos humanos, con coraje y miedo a la vez?
Sí, es una mezcla de las dos cosas y también con mucha fuerza en relación a lo que las comunidades aportan al defensor, es un diálogo de saberes que cotidianamente se enmarca en la búsqueda de un país que sea democrático verdaderamente.

¿Usted vive en Colombia?
Vivo en Colombia y soy defensora de los Derechos Humanos desde hace 23 años. Me he desplazado internamente muchas veces a pesar de que hay organizaciones como Amnistía Internacional o Paz con Dignidad que nos han dado la mano para ayudarnos a salir del país, pero yo he tomado la decisión de no hacerlo porque pienso que salir del país significaría para mí como si me arrancaran la existencia. Vivo sin protección, el Gobierno me ha ofrecido hasta tres veces protección pero no he aceptado porque esa protección sería con escoltas armados, yo estoy en contra de las armas, y porque creo que es muy incoherente que quien te amenaza te proteja. Nosotros después de estudios científicos muy serios hemos probado que es el Estado colombiano quien nos ha perseguido. Sí tengo medidas cautelares de la Organización de Estados Americanos.

Buscando las causas estructurales del conflicto colombiano, ¿a qué conclusiones han llegado?
Una de las principales es que efectivamente el Gobierno colombiano está comprometido tanto intelectual como materialmente en los crímenes. Otra, muy dolorosa, es que las multinacionales han financiado estos crímenes, multinacionales de Estados Unidos y de Europa, lo han reconocido los mismos paramilitares que han recibido apoyo logístico y económico. Esperamos que algún día la Justicia logre juzgarlos porque pensamos que el derecho a la vida es inalienable y sagrado.

¿Qué salidas contemplan para el conflicto de Colombia?
La verdad, la justicia y la reparación integral, no puede haber paz si los responsables no son juzgados, no puede haber paz simplemente con el silencio de las armas, la paz tiene que tener reformas sociales, que la gente tenga opciones para educarse, uno de los aspectos fundamentales que ha desarrollado nuestra organización. Otro elemento importante con el que estamos muy esperanzados es el apoyo de la Comunidad Internacional porque justamente yo puedo decir que estoy viva gracias a esa solidaridad, a que tengo un acompañamiento en Colombia de mucha gente de muchas partes del mundo que nos acompañan en nuestra labor cotidiana. También estoy viva gracias a Amnistía Internacional, a la solidaridad de Paz con Dignidad y tantas otras muestras de solidaridad.