El segundo piso del número 58 de la calle Lepanto de Ciutadella se quedó ayer pequeño para la celebración del cumpleaños de Francisca Florit Allès. Y es que la ocasión merecía la pena, la mujer se unía al club de centenarios del municipio, y fue por eso que logró congregar a un buen número de familiares y amigos en su domicilio para festejar el aniversario.
Florit, que goza de una salud y un buen humor envidiable, reconoce que apenas le quedan ya fuerzas para salir a la calle, aunque según cuenta todavía se maneja muy bien dentro de la casa; de hecho ella misma realiza algunas tareas del hogar e incluso se cocina a menudo su menú, en el que no suele faltar la verdura, las pechugas de pollo y la fruta.
Ayer recibió tantos regalos que le cuesta recordarlos. Entre todos ellos muchos bombones y algunas flores, además de la tradicional caña verde que le entregó la alcaldesa de la ciudad, Pilar Carbonero, acompañada de los concejales Juana María Pons y Vicent Fontestad. Francisca también recibió de parte del pueblo un grabado en el que se representa el Bastió de Sa Font de Ciutadella.
La centenaria cuenta con una extensa familia: dos hijas, ocho nietos y cuatro biznietos. Y se ve que lo de la longevidad es cuestión de genética, ya que tiene una hermana, residente en Palma de Mallorca, que hace unos meses cumplió 102 años. Florit, nacida en Es Mercadal pero trasladada a Ciutadella a una edad muy temprana, ha desarrollado una larga vida laboral, como ama de casa, payesa y trabajadora de una fábrica de zapatos.
Aficiones
Cuenta Francisca que entre sus aficiones figura el leer cuando se encuentra con las ganas suficientes y ver la tele, especialmente el programa concurso Saber y Ganar, del que se declara fan incondicional, y algunos programas de actualidad informativa. El resto del tiempo lo pasa disfrutando de otras de sus actividades favoritas, hacer ganchillo.
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