Suerte. Desde las diferentes administraciones de Lotería se asegura que la venta de décimos de Navidad es similar a la del año pasado - Javier

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La Lotería de Navidad se convirtió hace ya tiempo en un elemento tradicional durante estas fechas y que no entiende de crisis ni apretones de cinturón. Lo dicen las cifras y es que, tal como explican algunos loteros menorquines, la venta de este tipo de décimos está siendo similar a la de años anteriores.

"Nosotros estamos yendo al mismo ritmo que la Navidad pasada, que devolví el 12 o 13 por ciento de boletos. Este año es posible que devuelva un poco más pero también es cierto que he recibido más cantidad", comenta Jesús de la Administración número 3 de Maó, quien añade que incluso en agosto ya hubo muchos turistas que compraron Lotería en Menorca.

Lo mismo opina Rosario, de la administración número 2 de Maó. "Hasta que no cumpla el día, no haremos recuento, así que no sabemos exactamente cómo ha ido pero creo que, más o menos, la cosa está como el año pasado. Veo que hay muchos ciudadanos que se decantan por los boletos que incluyan el 10 o el 11".

Sin embargo, desde la administración número 4, Iván apunta que, en cierto modo, la crisis sí que se nota. "Hay muchas personas que están indecisas y que quizá compren en el último momento. El 50 por ciento de quienes se hacen con un boleto buscan un número en concreto, el resto escoge al azar, hay de todo".
más participaciones

Aunque sea una participación, el caso es que, tal como apuntan numerosos ciudadanos, la Lotería de Navidad es la que más ilusión despierta. "Siempre que llega el 22 de diciembre, es imposible que no se vea o se oiga el sorteo a lo largo de todo el día. Ves a todos los afortunados en la televisión y piensas: el año que viene compro fijo", explica una vecina, quien acababa de adquirir un boleto y ya tenía varias participaciones en casa.

"El problema es el precio, que muchas personas no se lo pueden permitir. Yo no juego a nada durante el resto del año pero a la Lotería de Navidad sí", dice otro ciudadano.

Precisamente es el precio lo que frena a las personas más jóvenes a la hora de comprar estos boletos, quienes prefieren probar suerte con otro tipo de juegos. "Yo nunca he comprado décimos pero participaciones sí, sobre todo en el trabajo, porque si luego les toca a mis compañeros y a mí no, me daría mucha rabia", comenta una joven.

Respecto a los números escogidos, el del año que se va o el que viene, las fechas de cumpleaños, la de una catástrofe o el número al que se ha jugado toda la vida. "Yo no escojo nada, dejo que sea el azar porque ya sería demasiada casualidad que tocara una fecha concreta" apunta otra vecina.

Sea como sea, habrá que esperar al 22 de diciembre para saber dónde dejará dinero la Lotería de Navidad. Que haya suerte.