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La sede de la Cruz Roja en Maó, un edificio donado por un particular a la asamblea local en los años 60, será reformado y modernizado con la ayuda económica del Govern y acogerá, tanto los servicios insulares de la Organización No Gubernamental (ONG), como aulas de formación del voluntariado en las áreas de Servicios Sociales, Primeros Auxilios y Socorrismo.


Así lo han señalado este martes el vicepresidente de la entidad, Bartomeu Pons, y el conseller balear de Presidencia, Albert Moragues, quienes han presentado el proyecto y recorrido las instalaciones actuales de la calle Josep Anselm Clavé, en un inmueble protegido y singular de la ciudad pero que, entre otras deficiencias, carece de una adecuada climatización y presenta barreras arquitectónicas que se suprimirán con la remodelación.

El Consell de Govern, según ha explicado Moragues, ha acordado ya la concesión de una ayuda de 203.000 euros para el arreglo de la sede de la Cruz Roja en Maó. Además, el Ejecutivo destinará 43.500 euros a mejoras en las oficinas de la ONG en Sóller, en Mallorca, y para principios de 2011 contempla el inicio del expediente de las obras, también de reforma y adaptación, del local de la entidad humanitaria en Ciutadella, con una partida prevista de 110.000 euros.

Por su parte, Bartomeu Pons, ha manifestado que, mientras el edificio que se reformará albergará los servicios mancomunados e insulares de la Cruz Roja (medio ambiente, juventud, voluntariado, teleasistencia, Programa Llars), el local que ha sido cedido por el Ayuntamiento de Maó será la nueva sede de la asamblea local y podrá contar con un garaje, para los vehículos de la entidad, y con un almacén, ya que en la actualidad "está todo mezclado" en el antiguo inmueble que será remodelado.

El conseller de Presidencia, Albert Moragues, ha destacado "la larguísima tradición" en las relaciones entre Cruz Roja y la Administración y ha destacado que "se trata de una organización muy arraigada en Menorca, donde hay seis asambleas locales y casi 3.000 personas vinculadas, entre socios y voluntarios". Con las obras de las sedes de Maó y Ciutadella, ha declarado Moragues, "las dos grandes asambleas de la Isla tendrán unas instalaciones adecuadas en cuanto a comodidad y habitabilidad".

Cruz Roja comenzará de inmediato la tramitación de la solicitud de las licencias pertinentes para que los trabajos se ejecuten cuanto antes, ha resaltado Bartomeu Pons, quien ha añadido que, mientras el edificio se encuentre en obras, los servicios insulares se "repartirán" y se prestarán desde las oficinas de otras asambleas locales de Cruz Roja, como la de Sant Lluís, de la que él mismo es el actual delegado.

Las obras no afectarán a la estructura del inmueble, sino que se centrarán en mejoras en los cerramientos, la calefacción y climatización, la eliminación de barreras arquitectónicas, el acondicionamiento de aulas de formación y la sustitución del sistema eléctrico.