felices. Emma Kennedy muestra ante las cámaras a su pequeña Lola, tranquila ante las cámaras - Gemma Andreu

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El primer bebé nacido en 2011 en el hospital público Mateu Orfila es una niña y se llama Leire Domínguez Monge. La pequeña nació ayer sábado a las 14.05 horas por cesárea, según informó el servicio de comunicación del IB-Salut en Menorca, y es la primera hija de la pareja formada por Raquel y Daniel, ambos del municipio de Ciutadella.

El parto se retrasó algunos días más de lo previsto, pero la casualidad quiso que, además de nacer en la fiesta de Año Nuevo, Leire Domínguez viniera al mundo el mismo día en el que cumplía años su madre, Raquel. La pareja prefirió no recibir visitas de los medios informativos y dejar para otro momento las fotografías a la recién nacida, ya que tanto ella como su madre se encontraban ayer tarde descansando.

Por otro lado, mientras la Isla despedía el año, nacía, también en el 'Mateu Orfila', otra niña, la última de 2010, Lola Boas, que pesó 3,225 kilogramos y es el segundo retoño de la pareja formada por Emma Kennedy y Jake Boas, madre londinense y padre menorquín de origen británico.

La feliz mamá, de 44 años de edad, mostró ayer orgullosa a Lola, que dormía plácidamente sin que le molestaran los flashes de las cámaras. Emma lleva cinco años residiendo en Menorca y el padre de la niña, Jake, es menorquín de padres británicos. La pareja, que vive en Maó, tiene otro hijo de cinco años de edad, Rafael, que, según explicó su madre, está encantado con la llegada de su nueva hermanita.

La pequeña nació por parto natural mucho antes de que sonaran las campanadas para despedir el año, a las 20.44 horas del 31 de diciembre, y sus progenitores aún estarán a tiempo de solicitar la ayuda de 2.500 euros que, desde ayer día 1 de enero de 2011, ha sido suprimida por el Gobierno central.

Lola Boas será por lo tanto la última niña menorquina que podrá beneficiarse de la prestación no contributiva, el llamado cheque-bebé, de ayuda a la natalidad, aunque su madre, Emma, se mostró ayer sorprendida por este hecho y ajena a la polémica.

La supresión de la ayuda económica se enmarca en las medidas del Ejecutivo socialista para reducir el déficit, ya que la partida destinada ronda los 4 millones de euros. El cheque-bebé sólo ha durado tres años, y desde que se implantó, en 2007, hasta ahora ha beneficiado a más de 1,5 millones de madres, según datos de la Agencia Tributaria.