Esta imagen de la plaza sin coches pasará a ser definitiva a partir de mañana jueves. - Archivo

TW
0

El Ayuntamiento de Maó dará un paso más en su proyecto de convertir en zona peatonal el centro histórico y comercial de la ciudad con la eliminación de las plazas de aparcamiento en la parte central de la Plaza Constitución, uno de los puntos neurálgicos de la población, situado delante de las Casas Consistoriales y de la iglesia de Santa María.


A partir del día 6 la plaza quedará libre de coches, tal y como ha informado este miércoles el gobierno municipal a través de una nota de prensa, y sólo quedará habilitada una zona de carga y descarga.

La medida pretende asegurar una mejor circulación de los peatones en una de las principales núcleos comerciales del municipio y cobrará más relevancia cuando concluyan las obras de mejora del casco histórico financiadas gracias a la Ley de Barrios del Govern balear, que mejorarán otra plaza del centro, la del Carmen.

La supresión de los aparcamientos en la Plaza Constitución irá acompañada de la entrada en funcionamiento, el próximo lunes día 10, de las nuevas plazas de pago de zona azul en la calle Albert Camus, próxima al pabellón deportivo de Sa Sínia Costabella, que se unen a una red de 1.700 plazas de parking situadas a pocos minutos a pie del centro de Maó, como son el Cós de Gràcia, la Costa de ses Voltes, Sa Sínia des Cuc o la Plaza Miranda.

Los cambios en la Plaza Constitución tendrán continuidad en unos pocos meses, con la finalización de las obras de la Plaza del Carmen, y la conexión, sólo en dirección al puerto, de la Plaza del Príncipe con la Costa de Ses Voltes, ya que la calle Portal de Mar será de subida y permitirá el acceso a la plaza del Ayuntamiento.

El equipo de gobierno espera que este cambio circulatorio repercuta asimismo en una reducción de la presión del tráfico sobre otra de las importantes calles comerciales del centro, la de Ses Moreres, de modo que el tránsito peatonal vaya ganando terreno al de los vehículos.

Éste es uno de los principales dolores de cabeza del Consistorio mahonés, que desde hace años ha anunciado su voluntad de restringir el tráfico en el centro, una medida que en ocasiones choca con los intereses de los comerciantes, pero que el equipo de gobierno considera que beneficiará a los negocios, ya que los posibles clientes podrán pasear con mayor tranquilidad.