Centro. Hace poco más de dos años que la fábrica pertenece al conglomerado Nueva Rumasa - Javier

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La familia Ruiz Mateos aterrizó en Menorca como caída del cielo, evitando el cierre de la fábrica del antiguo El Caserío, pero los representantes de los trabajadores lanzaron ayer una petición impensable hace poco más de dos años: que la multinacional Kraft reasuma el negocio y proceda "o bien al cierre o a iniciar el proceso de venta a un grupo solvente y con garantías de futuro". El comité de empresa, en el que el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) es mayoritario, manifestó a través de un comunicado la exigencia de que el grupo Nueva Rumasa "se retire" del centro para no poner en peligro su continuidad, una petición que, según el órgano sindical, ya se ha planteado en diferentes reuniones mantenidas con la dirección de la empresa.

Las razones que alega son los problemas de producción que ha atravesado la fábrica de Quesería Menorquina durante el pasado año, debido a la falta de materia prima, hecho que, según CCOO, "ha imposibilitado en muchos casos poder servir los pedidos en los plazos establecidos".

La falta de stock en la factoría se debe, añade el comité, al "impago a los proveedores", que estarían dejando de servir la materia prima necesaria para mantener la producción. "La situación que se está viviendo en Quesería Menorquina", señala el comité de empresa, "y sobre todo la gestión que está realizando la dirección de Nueva Rumasa, comprometen seriamente la viabilidad de la empresa, y la ponen en grave peligro de quiebra, por falta de pago a proveedores y servicios".

Nóminas

A los problemas de producción que denuncian los representantes sindicales se unen los relacionados con el cobro de los salarios, que ya se hicieron públicos durante el último trimestre de 2010. El comité afirma que la empresa cumplió su compromiso de abonar la paga extra de Navidad en dos partes, pero el retraso también ha afectado a la nómina de enero, que los empleados han cobrado también dividida en dos, una parte el 5 de enero y otra ayer.

Los turnos de trabajo también se han visto modificados, según la queja sindical, debido a los "problemas en el proceso productivo". Así, una semana de las vacaciones de verano se trasladó al mes de abril y sin embargo en verano "tuvimos que realizar cantidad de horas extras en sábado, con el consiguiente sobrecoste, teniendo paradójicamente paralizado el proceso productivo entre semana".

La dirección de Quesería Menorquina solicitó al comité negociar unas jornadas de trabajo irregulares en la planta de Maó, durante las vacaciones navideñas del 23 al 31 de diciembre pasados, petición que vino motivada, según CCOO, por la falta de stock en la planta de producto terminado y la necesidad de servir a los principales clientes. Los representantes de la plantilla aseguran en el comunicado que ésta ha demostrado su responsabilidad, al aceptar los cambios solicitados por la empresa.

Añaden sin embargo que "estamos cansados de falsedades e incumplimiento de compromisos de la dirección del Grupo Nueva Rumasa". "Los trabajadores hemos realizado todos los esfuerzos", añaden, "para mantener la producción, esfuerzos que no se ven compensados por la mala gestión de la dirección de Nueva Rumasa".

Que abandonen

El comité de empresa de la planta y la Federación Agroalimentaria de CCOO plantearon al empresario José María Ruiz Mateos y a su hijo, en una reunión mantenida el pasado noviembre en Madrid, "que abandonaran la planta y que la pusieran en venta para que un grupo solvente, serio, profesional y con capacidad de gestión de la fábrica pudiera dar continuidad a este proyecto empresarial".

Por su parte, los trabajadores de la empresa manifestaron, en la última asamblea celebrada el pasado diciembre, "su total rechazo" al grupo Nueva Rumasa "ya que están contemplando cómo día a día pone en peligro el futuro de la empresa y de sus empleados".