JOSÉ ROBLES ESBERT - j.r.e.

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Me llamo José Robles Esbert y soy el coordinador de Cruz Roja de Alaior, localidad en la que resido. Tengo 37 años y nací en Maó, aunque mi padre es de Zamora y mi madre menorquina. Estoy casado y tengo tres hijos. Cuando tengo tiempo libre me gusta ir a cazar, pescar y realizar deportes relacionados con la naturaleza, como el senderismo o el trekking.

Desde hace un año y medio, es el coordinador de Cruz Roja de Alaior. ¿A qué se dedicaba antes de tener este puesto?
Entré en Cruz Roja haciendo el servicio militar en 1991. Me situaron en el puesto de salvamento de Son Bou. A partir de ahí, me convertí en voluntario. Estuve trabajando en una empresa de montajes eléctricos de alta tensión durante unos años. Posteriormente, fui policía en Alaior durante catorce años hasta que, debido a un accidente de tráfico, tuvieron que "jubilarme".

¿Qué ocurrió en aquel accidente?
Un compañero y yo íbamos patrullando por la carretera cuando, de repente, un hombre que iba borracho invadió nuestro carril. Culpa del choque se me desplazaron unas vértebras. Me han tenido que operar la columna vertebral dos veces. No me quedé tetrapléjico de milagro.

¿Cuáles son sus funciones como coordinador?
Me ocupo de coordinar las labores del personal y los voluntarios, tanto los servicios de ambulancia preventivos, o los de carácter social, como los de reparto de alimentos, entre otras. Lo más gratificante es poder ayudar a las demás personas, a pesar de que solo me dedico a trabajos de oficina debido a mis limitaciones. La parte menos agradable es tener que ver la cantidad de gente que necesita productos básicos. Los servicios en ambulancia también son duros, el sufrimiento de los demás impacta mucho.

¿Qué es lo que más le ha llamado la atención en su trabajo a lo largo de todo este tiempo?
Es difícil acordarse en el momento, pero recuerdo una vez, hace años, que salí en ambulancia a un accidente. Me encontré a tres heridos dentro de un vehículo sin nadie que se hubiera parado a auxiliar. Nos avisaron del siniestro, pero nadie fue capaz de pararse. Por otro lado, también llama la atención lo mucho que se ha avanzado con las ambulancias. Cuando yo empecé, era un coche tipo funeraria sin collarines ni oxígeno. Ahora, se han sofisticado mucho, llevan todo lo necesario para atender a un accidentado.

¿Algún proyecto a realizar en breve?
Me gustaría formarme más en lo que se refiere a atención social. A nivel personal, me encantaría poder viajar a África, un destino que me atrae por la naturaleza. Por ahora imposible planteárselo, quizá en un futuro.