Giulio Verne. Es uno de los dos buques que existen en el mundo preparados para la extensión de cable submarino - Ariadna Martínez

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Menorca será la última isla que estará conectada con la Península a través de un nuevo cable eléctrico. Red Eléctrica Española tiene previsto acometer la fase menorquina en 2014, con un coste de 80 millones de euros, según explicó ayer el delegado de esta empresa en Balears, Ramón Granadino, en el acto de presentación de la primera gran actuación del Proyecto Rómulo, la extensión del cable que conectará Mallorca, desde Santa Ponsa, hasta Morvedre, cerca de Sagunto, en Valencia.

Esta mañana, el barco Guilio Verne, de bandera y tripulación italianas, especializado en este tipo de proyectos, inicia los trabajos de colocación de un triple cable, eléctrico y de fibra óptica, que conectará Balears con la Península. Será la actuación más importante en España y el segundo mayor proyecto desarrollado en Europa, después de la interconexión entre Cerdeña y la península italiana. Los principales datos dan una idea del proyecto: 240 kilómetros de cable, de una sola pieza a bordo del buque, casi 7.000 toneladas de peso, 80 personas entre técnicos y tripulación, y un presupuesto de 375 millones. En cinco meses, la red estará a punto para transportar corriente continua, que después se transformará en alterna y se distribuirá a través de la red terrestre de Mallorca. Este cable significará el fin del aislamiento en materia de energía eléctrica y tendrá consecuencias positivas en materia de fiabilidad del suministro y en la reducción de costes.

Red Eléctrica Española ha tramitado este proyecto durante los últimos seis años, hasta conseguir todas las autorizaciones, entre ellas las de protección medioambiental. Ahora siguen las tramitaciones para completar la red con los dos cables que han de unir Mallorca con Eivissa y la segunda extensión con Menorca. En este caso, se espera contar antes de junio con la respuesta favorable de la administración a los informes de impacto ambiental que se han presentado al Govern.

La principal ventaja de la interconexión con la Península es la garantía del suministro. Según la compañía, durante el año pasado se produjeron alrededor de quince incidencias en el servicio eléctrico en Balears, lo que se evitará con la apertura de la conexión. El proyecto también es una respuesta al gran incremento del consumo eléctrico en las Islas en la última década, de más del 70 por ciento, a pesar del descenso registrado en los dos últimos años. Todas las centrales podrán reducir su actividad y, por tanto, su efecto contaminante. Se calcula que por esta causa, la reorganización de la producción eléctrica en nuestra comunidad, se reducirán un 10 por ciento las emisiones de CO2, a lo que habrá que añadir otro 10 por ciento por la propia conexión con Valencia, según ha explicado Ramón Granadino. Balears genera alrededor de 5 toneladas al año de CO2.

Menorca cuenta desde hace 30 años con un cable eléctrico que la une con Mallorca. Este sistema no ha evitado numerosas incidencias en el suministro. El segundo cable y la participación de Menorca en el conjunto de una red que accede a la energía peninsular es una mejora en las garantías del servicio. Red Eléctrica calcula que al actual cable de Menorca le quedan de 15 a 25 años de vida, por lo que la extensión de una segunda línea se hace imprescindible. Eivissa contará con una doble red de cable en 2013, un año antes que Menorca, y con un coste de 160 millones de euros.

La promotora del proyecto también destaca la mejora económica que representará la interconexión de las Islas con el territorio peninsular y eso que la inversión inicial es de 375 millones de euros y la del conjunto del proyecto superará los 600 millones. El motivo es que la nueva red permite un ahorro en los costes de producción de entre 30 y 40 millones al año. Red Eléctrica calcula que en 10 años, la inversión estará amortizada. Por otra parte, la actuación no tiene incidencia en el déficit de la tarifa eléctrica, ni debe afectar a la factura de los usuarios. Según la compañía, el servicio de la red representa alrededor del 4 por ciento del importe de la factura eléctrica de un hogar en las Islas.