Terminal. La tercera fase de la ampliación del edificio se inauguró en 2009 - Archivo

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Poco vistosas pero necesarias para cumplir con las condiciones de seguridad operacional. Así son las actuaciones que, de acuerdo al Plan Director del Aeropuerto de Menorca aprobado el pasado mes de noviembre, se desarrollan en estos momentos en las principales instalaciones aeroportuarias de la Isla y de las que se encarga la UTE formada por Copcisa y Construcciones Olives.

Concretamente, se procede al desplazamiento o eliminación de objetos en la franja y en el área de seguridad de extremo de pista (RESA), la eliminación VOR/DME (la instalación radioeléctrica de ayuda a la navegación aérea) y el traslado de la caseta GP/ILPS, la que alberga el sistema de aterrizaje por instrumentos y trayectoria de planeo, de la pista 01L, así como la regularización de la franja y RESA de la pista de 01L-19R y de la pista de contingencia.

Con estas tareas se mejora la ordenación de la zona de servicio, cuya superficie se ha ampliado con la revisión del Plan Director, al incluirse 6,98 hectáreas, situadas a ambos lados de la pista, adecuando su campo de vuelos a las nuevas normas de Aviación Civil.

La revisión, aprobada el pasado noviembre tras un año largo de tramitación, ha supuesto también la modificación de las denominaciones de algunas subzonas o ámbitos dentro de la zona de servicio.

Sin embargo, todo ello no repercute en el día a día de los pasajeros ni en el funcionamiento normal del Aeropuerto, como tampoco ha interferido la tramitación del documento que rige la ordenación de las instalaciones.

"Aunque el Plan Director se publica ahora, se han ido realizando diversas intervenciones durante este tiempo como la del aparcamiento y continuamente se realizan todas aquellas que permiten el correcto mantenimiento del Aeropuerto", aseguran fuentes de AENA.

En este sentido, cabe recordar que el ente gestor del aeródromo menorquín ha destinado seis millones de euros al reasfaltado de la pista principal y de las calles de rodaje, actuación que está previsto que se realice entre marzo y abril de este año y contempla asimismo, una nueva depuradora habida cuenta que la actual tiene cuarenta años de antigüedad.

Previsiones

En cualquier caso, tal y como explicaba el director del aeródromo menorquín cuando se dio a conocer la revisión del Plan Director, no se necesitarían nuevas ampliaciones o infraestructuras a largo plazo, habida cuenta las transformaciones experimentadas en las zonas de embarque y facturación y las previsiones de demanda, que rondarían los cinco millones de pasajeros como máximo en 2020.

El propio Plan Director entiende que estas previsiones son determinantes al señalar expresamente que la ejecución de nuevas actuaciones se vinculan a las mismas, siendo también necesario realizar un análisis de rentabilidad que permita evitar un exceso de costes o incremento de las tasas que repercuta negativamente en la competitividad de la Isla.