Orfila, Baratta y Mayer explicaron en qué consistieron los trabajos en Calascoves - Javier

TW
0

El Ateneu de Maó acogió ayer la primera de las actividades organizadas con motivo de los cien años del nacimiento de Maria Lluïsa Serra.

La arqueóloga Giulia Baratta, el filólogo Marc Mayer, y la catedrática de Arqueología, Margarita Orfila, fueron los encargados de ofrecer una conferencia en la que se detalló en qué consistían los hallazgos realizados el verano pasado en Calascoves, un espacio natural que fue necrópolis talayótica del siglo noveno al tercero antes de Cristo.

El equipo ha afirmado que Calascoves era un santuario en el que se conmemoraba el nacimiento de Roma, conclusión a la que se ha llegado tras analizar las inscripciones encontradas a la entrada de la Cova des Jurats, una gruta de 26 metros de longitud.

"Hacía tiempo que queríamos revisar estas inscripciones. Se ha visto que las más antiguas son de finales del siglo I d.C. y muestran los nombres de los cónsules de Roma", explica Orfila, quien añade que los magistrados de Maó de la época romana iban al santuario cada 21 de abril, fecha en la que se celebra la fundación de Roma y que tiene relación con la historia de Rómulo y Remo.

Por otro lado, los responsables del estudio también se refirieron a las otras zonas excavadas de Calascoves. "En un área cercana a la Cova des Jurats, descubrimos unos huecos en la piedra que servirían para encajar esculturas de bronce. Sobre el siglo IV a.C. el espacio era un fondeadero de barcos. Probablemente dejaran esas estatuas allí por creencia, como dando las gracias por haber llegado a su destino", apunta Orfila.

Además, en otra de esas zonas excavadas se encontraron materiales del siglo III a.C. al I d.C., con recipientes para beber, restos de fauna y hogueras, lo que demuestra que ya se comía carne en aquella época.

"Calascoves es un lugar que me sigue emocionando cada vez que lo visito", afirma Margarita Orfila, quien ha pasado ahí todos sus veranos. "Estos hallazgos son un documento excepcional a la hora de investigar más sobre ritos funerarios. Tiene mucho potencial arqueológico y merece la pena excavar más".

Orfila opina que habría que controlar la llegada masiva de barcas y visitantes a la zona, dado el valor que posee.

Con la conferencia de ayer se da el pistoletazo de salida al ciclo dedicado a Maria Lluïsa Serra, una mujer que, en opinión de Orfila, "fue pionera en el mundo de la cultura menorquina y que se apasionaba con todos los temas que hacían referencia a la Isla".

A lo largo de estos días, se realizarán otras actividades, como exposiciones y charlas.