Visita. Jaume Carbonero, Marc Pons y Pilar Carbonero, en el dique - Fotos.: CRis/llac/teresa I CORRETJA moll

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Hace unas semanas, el Govern aseguraba que era imposible que la reordenación del puerto interior de Ciutadella estuviera a punto para este verano. No había tiempo material para montar la infraestructura desde el momento en que los grandes buques de las líneas regulares pasaran a operar en el dique exterior. Ayer, Ports cambió de opinión, y presentó a los medios el proyecto que permitirá tener la reordenación a punto antes de las fiestas de Sant Joan, a finales de junio.

Cuando estén acabadas las obras se habrán creado 106 nuevos amarres en el interior del puerto de Ciutadella, que se sumarán a los 159 ya existentes. Para ello, se habilitarán siete pantalanes. Uno de ellos será fijo y, tal como ya informó este periódico, servirá para el amarre de las golondrinas, el buque de Salvamento Marítimo y embarcaciones de 12 metros de eslora.

El resto de pantalanes serán flotantes, y acogerán embarcaciones de entre 5 y 12 metros de eslora, incluyendo las de pesca de arte menor. Entre un 75 y un 80 por ciento de los nuevos puntos de amarre que se creen se destinarán, según Ports, a reducir la lista de espera en la rada ciutadellenca, mientras que el resto serán amarres de tránsito. La inversión necesaria para materializar este proyecto rondará los dos millones de euros, y se necesitarán dos meses para acometerla.

Este tiempo es suficiente, según el presidente de Ports y conseller de Obras Públicas, Jaume Carbonero, para que la reordenación esté a punto antes de Sant Joan. Todo depende de la fecha en que los buques de línea regular dejen de operar en el puerto interior y se muden al dique. En este sentido, Carbonero confía en que este traslado se produzca a principios de mayo.

Para entonces, explica el conseller, la obra marítima del dique estará ya lista, y los buques podrán amarrar con toda seguridad en la nueva infraestructura portuaria. Eso sí, empezarían a operar en el nuevo puerto sin que la estación marítima provisional esté acabada. Serán seguramente solo unas semanas, y durante este periodo Ports habilitará una zona de la estación aún en obras para mejorar la comodidad de los pasajeros. "La estación no estará terminada, pero sí será operativa", resume Carbonero.

La estación marítima es una de las incógnitas en la entrada en funcionamiento del dique, admite Carbonero. La otra es el acceso hasta el nuevo puerto. Hoy mismo se ocuparán los terrenos que se van a expropiar, y mañana se adjudicarán las obras definitivamente a la unión de empresas Construcciones Llull Sastre y Antonio y Diego, por un importe de 1.375.000 euros.

El conseller confesó ayer que "me preocupa más que no esté acabado el acceso que no el tema de la estación marítima, aunque esa preocupación no me quita el sueño, pues confío en que todo estará acabado en sus plazos". De hecho, Carbonero se muestra aún más optimista al decir que "nos hemos marcado Sant Joan como fecha límite, pero estoy seguro que disfrutaremos de las instalaciones antes".

Mejoras en Cala en Busquets

Con la reordenación del puerto interior encaminada, ésta no va a ser la única mejora que reciba la rada ciutadellenca antes de verano. El Club Nàutic de Ciutadella ha presentado a Ports un proyecto para sustituir dos pantalanes dañados de Cala en Busquets, y mejorar así unas instalaciones perjudicadas por los temporales.

Esta actuación supondrá que la entidad que preside Bartolomé Carrasco ostente la concesión del espacio durante los próximos tres años. Será durante este tiempo, asegura el conseller Carbonero, cuando se deba "proyectar una solución definitiva y adecuada para Cala en Busquets". Una actuación que según Carbonero, debe generar el mínimo impacto posible, debe conseguir financiación y tiene que incluir una marina en seco "suficientemente generosa".

Mientras, el Club Nàutic seguirá gestionando Cala en Busquets, a la vez que recuperará este verano los 27 amarres de tránsito del Moll de La Trona. Con la activación del protocolo de seguridad del puerto, se eliminaron estas instalaciones, que se podrán recuperar una vez que los grandes buques de las navieras ya no tendrán que entrar al puerto interior.

Así, Carbonero admite que la recuperación de estos amarres "es técnicamente posible, puesto que el canal de paso para las embarcaciones será de unos 40 metros de anchura, dimensión más que suficiente".

Para recuperar los amarres del Moll de La Trona y adecentar las instalaciones de Cala en Busquets el Club Nàutic tiene previsto invertir entre 250.000 y 300.000 euros. Una inversión cuantiosa para una entidad como el Nàutic, que sin embargo no implicará, asegura su presidente, ninguna subida de cuotas para los socios.