MIQUEL F. MONT CARRERAS - J.B.

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Autoficha
Me llamo Miquel F. Mont Carreras y tengo 69 años. Nací y vivo en Es Castell y estoy jubilado. Estoy casado y tengo dos hijas. Cada domingo voy a ayudar en la rehabilitación de la Illa del Rei. Mis aficiones son la música y cantar en diferentes coros, la naturaleza y recorrer el Camí de Cavalls.

¿Qué le llevó a involucrarse en el proyecto de reconstrucción del Hospital de la Illa del Rei?
Fue en el 2004, un par de meses después de que se pusiera en marcha el proyecto. Vi una noticia en el diario en la que se informaba que un grupo de personas iban a recuperar la zona. Pensé que unirme sería perfecto porque a mí siempre me ha gustado luchar por nuestro patrimonio. Quería pasar a la acción porque ha llegado un punto que las reuniones me cansan, prefería ponerme manos a la obra.

¡Ya lo creo que se puso manos a la obra! De hecho, estuvieron bastante tiempo desbrozando para poder llegar al edificio.
Así es. Tuvimos que abrirnos camino hasta llegar al hospital. La siguiente fase fue embaldosar las salas. Recuerdo que las que había tenían una medida especial porque eran inglesas. Encontramos más y tuvimos que limpiarlas. Nunca había hecho nada similar, desde picar paredes a restaurar muebles. Eso es lo último a lo que me he dedicado.
Concretamente, una silla paritoria. Está resultando muy interesante.

¿Qué le aporta el hecho de colaborar con la asociación?
Solemos ser unos 40 cada domingo y nos lo pasamos muy bien. Se disfruta mucho porque, además, somos un grupo muy heterogéneo con todo tipo de personas. Creo que es una labor muy importante porque hay que mantener que el espacio sea público. Es de nuestra historia y se recupera un edificio histórico. Este año se cumplen los 300 años de la fundación del hospital, que fue en 1711. Hay que decir que sin Luis Alejandre no sería posible.

¿Quedan todavía años de trabajo por delante?
Yo creo que sí. Lo que es espectacular es que la cosa avanza a muy buen ritmo. Si tienes que dejar de ir durante un tiempo por lo que sea, es increíble ver los cambios cuando vuelves. Cada vez se va incorporando gente nueva. Me encantaría que se convirtiera en un lugar de visita, un gran museo con muchas posibilidades.

¿Hay algún proyecto que tenga en mente?
Me encanta vivir el día a día. No necesito grandes cosas que me hagan feliz porque mi familia ha sido muy humilde desde siempre. Para la Illa del Rei, quisiera que llegara la electricidad. Ya tenemos agua potable, pero nos falta la luz. A pesar de contar con el cable, es algo que depende de muchas administraciones.