Sucursales. En principio, no se esperan cierres en Menorca - ARCHIVO

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La denominada fusión fría firmada por las cajas de ahorros Cajamurcia, Caja Granada, Caixa Penedès y Sa Nostra empieza a revelar consecuencias laborales. Y es que la transferencia de las plantillas de las cuatro cajas al naciente Banco Mare Nostrum está empezando a levantar recelos entre los trabajadores.

Sa Nostra presentó, al igual que lo hicieron las otras tres cajas socias, un Expediente de Regulación de Empleo el pasado 10 de diciembre a partir del cual la caja balear debe prejubilar a 239 trabajadores y echar el candado en varias sucursales.

Se trata de "unas prejubilaciones que podríamos poner entrecomillado", según interpretan algunos trabajadores de la caja al considerar una regulación de empleo basado en despidos o una "invitación a salir de la empresa", señalan.

Francesc Domènech, quien ha ejercido durante años la dirección de gestión comercial de Sa Nostra, finalizó su contrato con la empresa hace tan solo unos días. Domènech apunta que las personas de mayor edad de la plantilla serán, probablemente, las primeras en ser invitadas a dejar su puesto.

La afectación de esta fusión está provocando interrogantes entre los trabajadores, quienes desconocen la magnitud de la misma.

A pesar de este ambiente de inquietud, algunos empleados avanzan respecto al cierre de sucursales en Menorca que "se espera poco notorio puesto que no existen duplicidades ni oficinas próximas de uno y otro grupo". A lo que sí hacen referencia es a algunos departamentos de gestión de las cajas que seguramente van a ser centralizados y unificados en un solo punto para evitar "estas duplicidades", destacan.

Cabe indicar que los planes hechos públicos tras la fusión del pasado mes de junio incluía la supresión de 171 oficinas de entre las cuatro socias, una cifra que se ha incrementado a las 271 según el plan presentado por el presidente de Mare Nostrum. Por tanto se pasará de las 1.741 oficinas a las 1.470. A pesar de ello, se desconoce qué oficinas del grupo serán las que deberán bajar las rejas.

Ante este anuncio, el sindicato con mayor representación en Sa Nostra, la Unió Obrera Balear (UOB), difundió hace tan solo unos días un comunicado bajo el título "Crónica de una muerte anunciada". El sindicato, que también desconoce la afectación de esta fusión, denuncia una "mala gestión directiva", una "nefasta función de control de la Consellería de Economía y Hacienda" así como un "claro pacto político a nivel de Estado". La UOB asegura que "quien ha hecho la planificación de dosificar la extinción quería evitar una auténtica revuelta" puesto que "ha buscado la cooperación entre cajas, fusión fría, retirada de cuota de poder de decisión y, transformación total de un banco".