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Contar con un procedimiento transparente y capaz de generar el máximo de propuestas en torno a un espacio emblemático para Menorca es, según fuentes del Obispado de Menorca, el objetivo del concurso de ideas para selección de un equipo redactor del estudio de viabilidad y anteproyecto de restauración integral del Santuario de la Mare de Déu del Toro.

La iniciativa, promovida por la Mitra diocesana, propietaria de los terrenos y las dependencias del recinto mercadalenc, y la Fundació Turisme Menorca, ha suscitado el interés entre algunos profesionales - "ya se están moviendo", reconocen con cautela estas mismas fuentes- que optarían a un premio de 35.000 euros, incluidos los impuestos correspondientes, de ser seleccionada su propuesta.

En este momento, tras la publicación de los anuncios en prensa escrita, se ha abierto el plazo para presentar las propuestas -de 60 días naturales- de acuerdo a un pliego de cláusulas económico-administrativas, con prescripciones técnicas anexas, que está depositado en las dependencias del Obispado menorquín. Según esta documentación, los aspirantes han de elaborar sus propuestas según unos criterios generales y las necesidades de la Diócesis.

Requisitos
Así, los proyectos deberán incluir una planificación de la reforma integral del Santuario en diferentes fases, dando a todos los espacios una utilidad clara y determinada y planteando una intervención respetuosa tanto desde el punto de vista histórico y artístico como del paisaje y la naturaleza, de las directrices urbanísticas y de eliminación de barreras arquitectónicas.

Además los promotores del concurso pretenden que las ideas presentadas potencien la función religiosa del santuario, motivo por el que las actividades religiosas deben quedar separadas de las turísticas y comerciales, que han de ser proyectadas en concordancia con el ideario cristiano y bajo la premisa de que los ingresos que generen tengan como finalidad principal autofinanciar el santuario.

Finalmente, las propuestas deben responder a las necesidades diocesanas que abarcan una hospedería-casa de ejercicios, una casa para una comunidad religiosa de cinco personas, una rectoría-casa para el capellán y un "cau" o refugio con capacidad para 30 personas.