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La UTE encargada de la segunda fase de la rehabilitación de Can Saura, formada por Edificaciones Ramos, Sucesores de Torrent SL y Contratas Bartolomé Ramón, cumplió ayer con la exigencia del Ayuntamiento de Ciutadella para aclarar algunas de las cuestiones mencionadas en el documento de alegaciones presentado la semana pasada.

Así, en el escrito, que fue leído ayer noche por la secretaria del Consistorio durante la celebración del pleno, suaviza la versión inicial de los hechos, aunque se ratifica en otros, como que fue el representante de Obres Vinent Juanico, Ildefonso Vinent, "quien nos dijo que era una condición", el hecho de subcontratarle para hacerse con la obra. Al respecto, la UTE añade que "ignorábamos si eso era verdad o no, ya que no le dimos, ni se lo hemos dado en todo este tiempo, ninguna importancia dado que la UTE se limitó a presentarse al concurso con toda la documentación necesaria".

A juicio de las empresas que presentan el escrito lo que ha sucedido "está muy claro". Y en el documento señalan que "como sea que Obres Vinent Juanico no tenía la cualificación necesaria para poder presentarse al concurso de adjudicación de las obras, y dado que uno de los integrantes de la UTE ya estaba haciendo la primera fase, nos propuso presentarnos diciéndonos que una de las condiciones para obtener el concurso era que ella misma (la empresa de Vinent) tenía que ejecutarla". Al respecto, la adjudicataria añade que dicha afirmación "fuera o no cierta no tenía más trascendencia, por lo que no se le dio importancia alguna".

Contexto

En la conclusión de las alegaciones, la UTE sostiene que "se ha sacado fuera de contexto una frase en relación a un comentario sin más trascendencia que se hizo hace más de cuatro años". El documento concluye afirmando que dicha frase "estaba dentro de un todo en el que nos oponíamos a la resolución contractual, no en base a este comentario, calificado por el escrito como 'curiosidad, sino al hecho de que la obra estaba prácticamente acabada y que no podía pretenderse, una vez terminada la obra, después de más de cuatro años de relación contractual, que la administración municipal ignoraba que la parte de la construcción estaba subcontratada a Obres Vinent Juanico".

No obstante, las aclaraciones por parte de la UTE no hicieron cambiar la intención inicial de todos los partidos para sacar adelante, por unanimidad, la propuesta de UPCM para llevar el caso a la Fiscalía. Sin embargo, se hizo con algunas enmiendas. Así el PP propuso que se abra un expediente para verificar la diferencia entre las obras ejecutadas y las proyectadas en Can Saura. En ese sentido, la portavoz popular, Antònia Gener, manifestó no entender cómo, vistos los resultados, no se ha iniciado la modificación del proyecto, otra actuación que solicitó en su enmienda.

Por su parte, la concejala de Cultura, Maite Salord, enmendó el texto para que el expediente de Can Saura, se adjunte, junto al escrito de las alegaciones, a otro proceso que ya se encuentra en la Fiscalía, el Caso Nerer, algo a lo que el portavoz de UPCM, Joan Triay, no puso impedimento alguno. Por su parte, Triay señaló que el de la justicia es "el único camino que se puede seguir" para averiguar la verdad. Finalmente, Maite Salord concluyó que el caso de Can Saura "ha sido muy complicado desde el principio y lo será hasta el final".

Pirámide

La responsable de Cultura también tuvo que dar explicaciones respecto al estado del obelisco de la plaza de Es Born. Salord comunicó al pleno que se están haciendo las gestiones necesarias para rehabilitar el monumento a través de la Comisión de Patrimonio y que existe una partida de 8.000 euros para tal fin. Incluso se ha encargado un informe al archivero municipal, Florenci Sastre, para determinar las características originales de la construcción. No obstante, la moción de UPCM para pedir que se cumpla el acuerdo de pleno de 2010 y exigir a la empresa que ejecutó la remodelación que se arreglen los desperfectos, se aprobó también por unanimidad.