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"La capacitat de Pau Faner, per fabular -escribía el periodista Agustí Pons sobre el escritor ciutadellenc a raíz de que le fuera concedido el premio "Ramon Llull" por la novela "Moro de Rei"- i per fabular des d'aquesta llengua encara tan rica, tan plena de matisos i meandres com és el menorquí, sembla infinita" y Joan F. López Casasnovas lo define como "la força de la imaginació fabuladora"… Solo añadiré que para mí el hombre, por su dimensión humana, por su sencillez y calidez, supera al "mito", al escritor, al pintor e incluso al músico.En la Universidad de Barcelona estudiaste Filosofía y Letras, especializándote en Filología Hispánica, Catalana e Inglesa, doctorándote en Filología Románica, habiendo ejercido de catedrático de Inglés en los Institutos Pau Casals de Badalona y Josep Maria Quadrado de Ciutadella.

Pero, ¿dónde iniciaste tu etapa estudiantil?

Aquí, en Ciutadella concretamente en "Calós", en los años en que teníamos que desplazarnos a Maó para, en su instituto, examinarnos de los distintos cursos de Bachillerato.

Y de joven, ¿cómo eras?

Tan fantasioso como ahora. En clase, y como era bastante alto para mi edad, me sentaba en los bancos de atrás, los más distantes de la pizarra y al ser corto de vista apenas veía lo que en ella se escribía, pero para mí esto no representaba ningún inconveniente porque iba a mi aire; en los cuadernos iba dibujando todo aquello que se me ocurría aunque al mismo tiempo escuchaba las explicaciones del profesor; no fui un buen alumno, estudiaba poco pero como tenía gran facilidad para escribir superaba los exámenes con relativa facilidad; el profesor de Literatura fue el primero en descubrir mis aptitudes para escribir sobre cualquier cosa; recuerdo también las clases de Formación del Espíritu Nacional; y a los salesianos que hablaban un castellano perfecto dado que la mayoría de ellos eran de Navarra.

Antes que escritor -fabulador- te diste a conocer como pintor. ¿Recordamos aquella etapa?


Los primeros pasos los di con Pepe Torrent, luego comencé a pintar al óleo aunque sin tener un criterio definido; en la Fonda Faner es "conco Mario" iba colgando en las paredes del comedor cuanto pintaba, e incluso los vendía; recuerdo que un día un viajante, estando ya estudiando en Barcelona, me hizo un encargo, que le pintara un cuadro sobre el motivo que quisiera y le pinté un barco de guerra, por el que cobré tres mil pesetas; paulatinamente fui madurando y viendo la obra de Picasso me dije "si no pintas raro no eres nadie".

Y pintaste "raro" e incluso presentaste tu primera exposición (1970) en el Ateneu de Maó.

Efectivamente, el hijo de Ruiz y Pablo me convenció de ello, exposición que tuvo muy buena acogida y, casi me atrevo a decir, mejor crítica.

Y además te diste cuenta de que…

La inversión económica que representaba pintar un cuadro era, para mí, muy considerable en cambio el escribir, que se me daba bien, resultaba más económico y "aparqué" la pintura para dedicarme a escribir; recuerdo que Agustí Pons en aquel momento me definió como "pintor con esperanza de convertirse en escritor".

También comprendiste que cuanto hacían ellos, los autores que tú leías, también…

Podía hacerlo yo, sin embargo la obra de Pere Calders i Rossinyol, su forma de escribir y vivir fue el espaldarazo definitivo para dedicarme preferentemente a escribir.

E iniciaste la aventura con "Contes menorquins".

Sí, con él tuve ciertos problemas porque iba escribiéndolo sobre la marcha, parecía que faltaba texto pero como la letra de mi máquina de escribir era muy pequeña, una máquina portátil, resultó que al final sobró; tuvo buena crítica y me relacionó muy directamente con F. de Borja Moll.

Volvamos momentáneamente a la pintura; en "Menorca, pintors d'avui" te encuadran dentro del grupo de los pintores de la "nova figuració". ¿Qué significa para ti dicha denominación?

Es una forma de encasillarte en un estilo que plasma la realidad interpretada por el propio pintor, o quizá aquello que te he dicho de "pintar raro" mezclando la realidad con la fantasía.

O la magia, porque para mí tu pintura tiene algo de la de Dalí, sus imágenes surrealistas, oníricas e imperfectas las veo o las vislumbro en tus lienzos.

Posiblemente sea así porque l'Empordà tiene una gran semejanza con Menorca, la tramontana es un denominador común de ellos y nuestro; además ten en cuenta que la personalidad de Dalí es tan fuerte que al hablar de surrealismo barre casi con todos pero hay otros pintores como son David, Silvestre, Paul Delvauy, De Chirico o el propio El Bosco que destacan poderosamente en este apartado aunque repito, Dalí es Dalí; su personalidad es tanta que eclipsa a muchos otros.

También él destacó como escritor.

Efectivamente, faceta ésta poco conocida pero cierta ya que escribió y publicó más de treinta libros.

En 1970 fuiste premio de pintura de la Fundación Barceló, aunque eres más conocido por tu vertiente de "fabulador" con más de treinta obras publicadas. ¿En realidad qué eres? ¿Cómo te definirías?

Como creador; mí objetivo es expresar con la mayor profundidad posible cuanto siento, cuanto imagino y en el lenguaje que en aquel momento me seduce, pero he de "programar" mi tiempo porque de lo contrario no daría abasto; en cuanto al premio de la Fundación Barceló he de puntualizar que quedé en segundo lugar; premio que me reportó un millón de pesetas.

Interpreto, por cuanto me dices que eres y te sientes un ser humano incluso con sus limitaciones.

Lo soy; ten en cuenta que escribir un libro, "Les bodes del diable", por ejemplo, que estoy ultimando, novela de 736 páginas, me ha representado "quatre anys de feina" lo cual, junto a la pintura y la música o el estar con los míos, y por supuesto dar clase, actualmente ya no representa un gran esfuerzo y una gran dedicación; Miguel Ángel, que fue arquitecto, pintor, escultor y un sinfín de cosas más, no llegó ni a casarse y durante más de noventa días, cuando pintaba la Capilla Sixtina, estuvo durmiendo en el andamio, allá arriba, ni siquiera él daba abasto; yo limito mi tiempo a mis cosas y a pesar de ello, además de mis libros publicados (más de treinta) he expuesto en Barcelona, Madrid, Paris, Nueva York y por supuesto en Menorca, lo cual significa que no he dejado de trabajar.

El Ciutat de Palma (1972) con "L'arcàngel", el Sant Jordi y el de la Crítica (1976/77) con "Un regne per a mi", el Victor Català, (1984) con "Lady Valentine", el Joan Crexells y el Josep Plá, (1984/85) con "Fins el cel", el Eugenio Nadal y el Antico Fattore, (1985 y 97) con "Flor de sal", el Ramón Llull (1988) con "Moro de rei", el Sant Joan, (1992) con "Mal camí i bon senyor" o el de la Diputación de Valencia, (1994) con "El Gora blau" de teatro infantil, y el Micalet (1994) con "Mon senyor", también de teatro, conforman, salvo alguna involuntaria omisión, los premios que has conseguido. ¿Cuál fue el que más te emocionó?

Todos porque no acabas de creértelo; yo no soy orgulloso, soy como soy y todos los premios me han emocionado, porque no me considero que sea el mejor; creo, sinceramente que hay otros incluso más capacitados que yo para aspirar a dichos galardones; sin embargo el "Nadal" o el "Sant Jordí" que obtuve cuando tenía 26 años de edad, me llegaron al alma, fueron muy especiales; del "Josep Plá" concretamente tengo una anécdota ilustrativa; la noche de la concesión de dicho premio me senté frente a la televisión para conocer el resultado y cual fue mi sorpresa cuando el presentador pronunció mi nombre. Siempre he creído que cada ser humano, cada persona tiene una habilidad particular, muy personal y propia pero todos somos iguales; al menos yo no me considero superior a los demás por poseer este don, no soy vanidoso, ojalá que en este aspecto todos fuéramos iguales.

Cuando en 1972 obtuviste el premio Ciutat de Palma eras un desconocido; recuerdo la que se armó en la redacción del "Menorca" para localizarte. Hoy en ocasiones pienso que a pesar de ser el autor menorquín más galardonado, un "novelista de lujo", eres poco leído.

A mí lo que realmente me gusta es escribir o pintar, no hacer propaganda; al contrario de Dalí yo no se hacer propaganda; mi personalidad, mi forma de ser está en mis obras. Recientemente fui homenajeado y me emocioné, incluso lloré porque no estoy acostumbrado a estas cosas; allí dije que no me buscaran en las fiestas, sino en mis novelas, en mi obra… En Palma, vaya como ejemplo, al recibir el que sería mi primer premio, Janer Manila quiso presentarme a Llorenç Villalonga que me dijo deseaba conocerme y, no fui a saludarle, era muy joven y "me vaig empegueir".

¿Te sientes realmente como un exponente del realismo mágico?

En ocasiones sí, sobre todo en determinados libros, pero los creadores realmente exponentes de "este realismo mágico" son, entre otros, El Bosco, Edgar Allan Poe, o Homero con la "Odisea". Cuando García Márquez publicó "Cien años de soledad" se dijo que aquello era realismo mágico, porque entrelazaba fantasía y realidad; aunque siempre he pensado que todo esto es una forma más de etiquetar; en "Un regne per a mi" intenté crearlo desde el punto de vista de un niño porque la fantasía de un niño, es ilimitada y mágica.

Además de la literatura y la pintura también la música es una de tus pasiones favoritas, lo que hace que me incline por definirte como un hombre del Renacimiento. ¿Acierto?

En parte sí pero no nací en aquella época, además en el Renacimiento si nacías pobre y no conseguías que alguien, un mecenas, te echase una mano, difícilmente podías salir a flote, nacías y morías pobre; en cierta ocasión don Fernando Rubió i Tudurí me contaba que en un viaje a la India había visto a un hombre, que junto con su esposa, un hijo y una gallina, iban recorriendo el país, no tenían nada más, solo ellos y la gallina, eran pobres de solemnidad, sin posibilidad alguna ni de mejorar ni de acceder a la cultura; aquí, en "Sant Felip" cuando ves aquellas galerías picadas a mano y reflexionas te das cuenta de la vida que llevaban los obreros que las construyeron, hombres que apenas llegaban a vivir treinta años debido a las condiciones de trabajo; mi abuela que en base a trabajar a "destajo" y ser "sa dida" de Ciutadella, logró comprar la fonda pero continuó siendo analfabeta, porque como otras muchas personas de su época, nunca fue al colegio; la suerte siempre ha sido un factor determinante, ni Miguel Ángel ni Goya hubieran llegado a ser quienes fueron sin un protector, sin alguien que les tendiera la mano.

En "Moro de rei" dices que Pere Quart te sugirió que escribieras "una de pirates amb molt d'amor".

Sí y me dijo más; "en el nostre país les dones són les úniques que llegeixen i elles volen aventures, molt d'amor i que la novel·la no sigui llarga…" y al escribir "Moro de rei" me acordé de sus palabras e inspirándome en un marco histórico concreto, los asaltos turcos a Menorca, a Maó (1535) y a Ciutadella (1558), por los hermanos Barbarrossa escribí la novela; un relató que tiene algo de Salgari; "Moro de rei" es un ejemplo de que a mí me gusta, por encima de todo, escribir pero también ir cambiando tanto en la forma como en el fondo.

¿Qué salvarías de un hipotético incendio?

La vida; en un viaje a Nueva York el avión en el que estábamos volando sufrió una terrible sacudida como consecuencia de una descarga eléctrica, fue tremendo e incomprensiblemente se hizo el silencio, nadie dijo nada, ni un grito ni nada de nada; al poco, cuando el avión hubo subido a mayor altura, el piloto explicó lo que había sucedido y acabó diciendo que no nos preocupásemos porque los aviones estaban preparados para tales contingencias; hace unos días, en casa, aquí mismo, se produjo un incendio, al darnos cuenta de ello lo primero que hice fue intentar apagarlo con una manta, afortunadamente mi hijo, que estaba en casa, se acordó de que teníamos un extintor y consiguió apagar el fuego… Todos nosotros solo nos preocupamos de apagarlo y de salvar nuestras vidas, lo de salvar esto o aquello carece de importancia porque los recursos que el ser humano posee le llevan a salvar la vida.

La cultura, aquí, en nuestro país, ¿está lo suficientemente valorada?

¡Qué va! El pasado sábado lo dejé todo para ver al Barça, que ganó y al día siguiente al Madrid, que perdió, pero seguí con mis cosas, sin embargo esta forma de proceder no es la normal, toda la semana se hablará de fútbol y digo fútbol aparcando toda la tele más cutre y "narcotizante" con que a diario nos bombardean, si consiguiésemos que se hablara de cultura, en la misma medida que se hace de estas otras cosas, seríamos el país más culto del mundo, pero el fútbol y los "escándalos" que la televisión ventila, es lo que se lleva en detrimento, lógicamente, de la cultura o de otras importantes cuestiones.

¿Vives al día en lo que se refiere al devenir político, social y económica del país?

Sí, aunque en mis comentarios, concretamente en "Última Hora", incido más en nuestras cosas, porque repetir, día tras día, lo que está sucediendo en Túnez o Egipto me parece abusivo; aquí, en nuestra isla, la vida transcurre dentro de otros derroteros, no hay noticias que se salgan del diario quehacer, estas surgen de tarde en tarde y lo importante es comentar nuestras cosas en un intento de mejorarlas.

Como conocedor de la juventud, ¿qué opinas de ella? ¿Eres optimista?

Soy y siempre he sido vitalista, de ahí que de cara al futuro y a la juventud sea optimista; además no hay que olvidar que la juventud es un bien escaso, que desaparece sin apenas haberlo "saboreado"; además es arriesgada simplemente porque todavía posee aquel espíritu de lucha que paulatinamente y con los años vamos dejando a un lado, sin embargo me preocupa por la época difícil que les ha tocado vivir, la complicada situación actual por la que atravesamos hace que carezcan de ilusión ya que saben que una vez hayan completado su formación no encontrarán un puesto de trabajo y ven, con pesimismo, que su futuro es incierto.

Lo tienen crudo; pero ¿nosotros éramos diferentes?

Lo éramos porque luchábamos por la libertad y en un medio amable, razonable, ellos luchan por otros objetivos en un medio diferente al nuestro, más competitivo e irritable; para mi es irracional que se gaste en uno de estos aviones capaces de acabar con la vida del planeta, lo que podría servir para erradicar el hambre y la miseria del mundo, pero no, el poder está por encima de otros valores más dignos y humanos, particularmente me inclino por el "nada de guerras", lo importante es trabajar por y para la paz… Y ellos, los jóvenes de hoy conocen dicha realidad y esta situación les lleva a una forma de vivir que los adultos no entendemos.

La situación es tal como dices, pero el hombre es un ser inteligente.

Lo es, pero debería demostrarlo utilizando esta inteligencia de una forma adecuada; lo que importa es vivir en paz y dentro de unas parámetros más equitativos porque hoy no carecemos de nada, hay suficientes recursos y riqueza parta vivir sin los quebraderos de cabeza que nos agobian a todos, hay que racionalizar las cosas y usar la inteligencia.

Y a la vida ¿qué le pides?

Poder seguir haciendo las cosas que a mí me gustan y que pueda vivir en paz, con los míos, con mis amigos.

La pintura, la literatura, la música y los suyos (familia y amigos) conforman su entorno; sus cosas, de las que Pau Faner Coll desea seguir disfrutando, haciendo camino hacia un futuro que desea mejor, más justo y solidario que nuestro hoy y en el que los "fabuladores", con su magia, nos permitan seguir soñando.