Los compradores se interesaron de forma especial por la ropa y el calzado - Gemma Andreu

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Bueno, bonito y barato. Ésta fue la fórmula con la que los comerciantes de Sant Lluís atrajeron ayer a centenares de compradores a la cuarta edición de la Feria de Stocks, que un año más se saldó con un gran éxito de ventas. Durante toda la mañana, una decena de vendedores puso a disposición de los interesados una gran variedad de productos a precio de saldo. Las numerosas personas que a lo largo de la jornadas se dejaron caer por el Pla de sa Creu se encontraron con una oferta muy variada. La ropa y el calzado fue lo más demandado, pero también hubo espacio para los objetos de decoración, artículos de regalo, juguetes, bisutería y productos artesanos.

El sol reinante durante toda la mañana favoreció que muchas familias de Sant Lluís y alrededores aprovecharan para dar un vuelta por el pueblo y hacer parada en la feria. "Muchos vienen dando un paseo y se acaban llevando algo. No vienen en busca de un artículo en concreto", aseguraba una vendedora. Y es que el "todo a mitad de precio" o el "todo a cinco euros" es tentador. Tanto que las ventas superaron las expectativas de muchos comerciantes, que coincidían en señalar que la jornada estaba resultando más fructífera que el año pasado. "Con los tiempos que vivimos, no viene mal", apuntaban.
El transcurso de la mañana dejó satisfechos a compradores y vendedores, que explicaban que una jornada de ventas a precios de saldo nunca está de más. "Una jornada así sale rentable porque el Ayuntamiento nos cede el espacio y no nos supone ningún gasto añadido", afirmaba Belén Seguí, de Calzados Escorpio. Además, "es una manera de dar salida a productos que de otra forma son difíciles de vender", comentaba Niní Torres, de la librería Es Pas. A la finalización de la feria, comerciantes y compradores se mostraban satisfechos con la iniciativa, por su resultado económico, y porque por unas horas llenó de vida las calles de Sant Lluís.