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El Consistorio mahonés comenzará este mes la ejecución de "Maó: un port dins la ciutat", el único proyecto menorquín que optó a la convocatoria 2009 del Fondo Financiero para la Modernización de las Infraestructuras Turísticas (FOMIT) y que permitirá una inversión de 1,6 millones de euros, financiada a cargo de una línea del Instituto de Crédito Oficial.

La iniciativa abarca la reforma o rehabilitación de equipamientos municipales, servicios turísticos y entornos urbanos y naturales con el objetivo de mejorar la competitividad como destino turístico de la ciudad, según reza la memoria elaborada por Promocions Urbanístiques de Maó, SL

Entre las actuaciones previstas están la remodelación de las conexiones peatonales entre el puerto o la ciudad, la eliminación de barreras arquitectónicas en diferentes puntos del centro o la mejora de la cornisa marítima, los miradores o el Pont de Sant Roc. "Son actuaciones de embellecimiento, principalmente, pero también las hay de mayor calado", apunta Vicenç Tur.

El alcalde no puede evitar un punto de orgullo en la voz por ser este proyecto el único que entró en la convocatoria del FOMIT. "El mérito es del Ayuntamiento, que cumplía con los requisitos de estabilidad presupuestaria exigidos para optar a la convocatoria, y de la gerente de PUM, que, a través de diferentes proyectos, articuló una propuesta global", explica Tur.

En este contexto, Maó consiguió que el Govern aprobara el proyecto (desde marzo del año pasado, las comunidades autónomas tienen transferida la convocatoria del FOMIT), lo que permitió al Consistorio acceder a unas condiciones de financiación ventajosas. "Estamos hablando de un préstamo hasta a quince años, con cinco de carencia, un plazo para desarrollar el proyecto de cuatro años y un tipo del 0,5 por cien. En concepto de intereses sólo tendremos que devolver 8.000 euros", enfatiza Tur.

El nivel de deuda cierra la puerta a otros municipios de la Isla
La eliminación en la convocatoria de 2009 del tope de población de 100.000 habitantes exigido a los municipios para poder acceder a los préstamos vinculados al FOMIT allanó el camino al Ayuntamiento de Maó. Otros Consistorios de la Isla, sin embargo, no pudieron presentarse la pasada convocatoria que se demoró por el traspaso de las competencias a las Comunidades Autónomas y que reservaba 120 millones de euros a entidades locales. "Nosotros no podíamos endeudarnos este año", confirmaba escuetamente Pau Morlà, alcalde de Alaior. "Era una convocatoria muy interesante pero al fin y al cabo se trataba de un préstamo y tal y como estamos no nos adherimos", reconocía Sente Fontestad, concejal de Turismo de Ciutadella. Y es que la normativa que regula este fondo para la modernización turística establece unas exigencias económicas muy estrictas para sus beneficiarios en lo que se refiere al nivel de endeudamiento, lo que cierra las puertas a municipios menorquines en los que sí concurre al menos una de las características por las que pueden ser considerados destino turístico maduro, que son la sobrecarga urbanística y ambiental, la sobreexplotación de recursos, la obsolescencia de sus equipamientos turísticos, la escasa inversión del sector turístico privado y la oferta y demanda turística estabilizada o decreciente. En este sentido, los ayuntamientos de la Isla volverán a topar con estas dificultades en la convocatoria de este año, que ya están publicitando las entidades bancarias colaboradoras, perdiendo la oportunidad de obtener recursos en condiciones ventajosas, algo que en la convocatoria de 2008 consiguieron 65 municipios -en su mayoría de Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana- que se repartieron 157 millones de euros.