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El Informe del Sistema Educativo de las Illes Balears correspondiente al curso 2008-2009, elaborado por el Consell Escolar de la Comunidad Autónoma, desvela que los alumnos menorquines obtienen los resultados académicos más positivos de todas las Islas en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato.

Según el estudio, el 84 por ciento de los estudiantes matriculados en ESO, promocionan. Mallorca obtiene la segunda mejor cifra del Archipiélago, con un 79 por ciento. En Bachillerato, el 78,7 por cien del alumnado menorquín finaliza con éxito esta etapa educativa, por encima del 75 por ciento de Eivissa.

También en ciclos formativos de grado medio y grado superior, el porcentaje de promocionados es muy superior al del resto de las Islas.

Por lo que respeta a los índices de matriculación, el número de alumnos de Bachillerato se incrementó durante el curso 2008-2009 en un 7,68 por ciento y se mantuvo estable en la Educación Secundaria Obligatoria.

En el conjunto de las Islas la cifra de alumnado extranjero experimentó un aumento del 11 por ciento respecto al curso anterior.

El dato más preocupante que revela el Informe es el alto índice de repetidores en Primaria, que se eleva hasta el 4,5 por ciento, una de las tasas más altas de todo el Estado, solo por detrás de las de Castilla y León y Ceuta.

Valoración

Durante la presentación del Informe, el presidente del Consell Escolar de les Illes Balears (CEIB), Pere Carrió, destacó "el profesorado como el elemento capital a mejorar". "Es bueno pero tenemos que conseguir que sea el mejor", aseguró.

Para Carrió es importante que en materia de educación no se lleven a cabo más cambios de los necesarios. En este sentido, aseguró que el consenso debe ser una de las bases para afrontar cualquier cuestión relativa a la educación.

Entre las medidas que propone el Consell Escolar de les Illes Balears, se encuentra la elaboración de un borrador de Pacto Social para la Educación en las islas que contemple las líneas básicas para el impulso de una Ley de Educación que garantice la mejora del sistema educativo, defina la lengua catalana como eje vertebrador del sistema y que vaya acompañada de un presupuesto suficiente para poder desarrollarla.

Además, desde el Consell Escolar se aboga por una estructura de gestión descentralizada que permita a las delegaciones territoriales gestionar algunos servicios, programas y actuaciones educativas en su ámbito respectivo.

En relación con el uso del catalán en las aulas, Carrió consideró necesario revisar el decreto de mínimos y promover una nueva legislación que impulse la presencia del catalán en los centros.